Ni familia `a la carta´ ni de `Disneylandia´

PABLO MNEZ. VILA

Como creyentes vivimos hoy atrapados entre dos polos extremos en relación con la familia. Por un lado, el modelo del mundo occidental, para muchos un símbolo de progreso y de modernidad.


Los que propugnan este modelo «nuevo» desacreditan, o incluso ridiculizan sin rubor, a la familia tradicional, la constituida por un padre, una madre y los hijos, incluyendo a veces también a los abuelos. La presentan como una realidad ya pasada de moda, obsoleta, que, en pleno siglo XXI, ha sido superada por conceptos mucho más modernos de familia, sobretodo mucho más permisivos.

Son modelos en los que se glorifica la independencia de cada uno para hacer «lo que bien fe pareciere», como en la época de los Jueces en la Biblia. «Familias a la carta».

FAMILIAS A LA CARTA
Muy ilustrativas son al respecto las declaraciones de una ex ministra en España quien decía lo siguiente: «Al vivir sola, rus relaciones son totalmente libres y de ese modo ganan en calidad y en profundidad. Puedes vivir sola y tener una relación estable con un señor o señora, una amistad profunda con alguien, puede que tu compañero viva en la misma ciudad o no, que os veáis mucho o poco, siempre o nunca, con hijos o sin hijos, todo es posible somos libres» (sic).

Puede leer aquí el artículo completo de este psiquiatra y escritor protestante titulado Ni familia `a la carta´ ni de `Disneylandia´
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