La Cofradía de las Capas de Zamora planta cara al obispo y rechaza a las mujeres
Tampoco está de acuerdo el máximo responsable de Las Capas Pardas en que el decreto aluda «con nombres y apellidos» a la solicitante para entrar en la cofradía que presentó un recurso ante el obispado, Verónica Pedrero, y no se refiera en general a la entrada de mujeres ya que de esta forma «se está discriminando» a otras mujeres que puedan solicitar su acceso a la cofradía.
Martín Alen considera que únicamente si se emitiera un nuevo decreto que estuviera rubricado por el obispo, Gregorio Martínez, la orden no tendría vuelta atrás y sería acatada por la hermandad sin discusión. Para debatir sobre este asunto, el presidente de la Hermandad de Penitencia ha convocado para el próximo martes una asamblea de la cofradía que será «meramente informativa» sobre este asunto y que se desarrollará a puerta cerrada «para que los hermanos estén más cómodos a la hora de hablar».
25 años de espera
En cualquier caso, según matiza Martín Alen, aunque se acate la orden del Obispado, la solicitante pasaría a formar parte de la lista de espera, en la que tiene más de 400 solicitudes por delante, por lo que el presidente de la hermandad calcula que «tardará unos 25 o 30 años en entrar».
Martín Alen preside también la cofradía del Cristo de Valderrey, que el año pasado polemizó por sugerir que la alcaldesa y la subdelegada del Gobierno no fueran a una comida a la que tradicionalmente se invita a las autoridades y pedir que delegaran la representación institucional en un hombre, ya que la cofradía es sólo masculina. Al respecto, Martín Alen señala que la cofradía aún no ha decidido que hará este año al respecto y que ha convocado una asamblea general para mediados del mes de febrero en la que se decidirá si se invita a mujeres a la comida que celebran en la ermita del Cristo de Valderrey el día antes de la romería.
Martín Alen opina sobre la incorporación de la mujer a las cofradías que las cosas tienen que ir cambiando «poco a poco pero no atragantadamente» y considera que cuando estas cuestiones se imponen «la gente es más reaccia».