El obispo de Córdoba llama a recuperar el sentido cristiano de la Navidad

En una carta pastoral, a la que ha accedido Europa Press, Asenjo avisó que "la secularización de la Navidad tiene múltiples manifestaciones", pues, "en la ambientación navideña de las ciudades y hogares se prescinde del misterio que en estos días" se celebra y "se sustituye el Belén por el árbol de Navidad, los Reyes Magos por un Papá Noël sin referencias religiosas, y hasta las entrañables tarjetas navideñas se han convertido en felicitaciones laicas portadoras de vaporosos deseos de paz y de felicidad inconsistente".
Todo ello ocurre, según el obispo, "porque se olvida al verdadero protagonista de la Navidad, Jesucristo, príncipe de la paz y punto de partida de la alegría en estos días", en los que "el despojamiento del sentido religioso de la Navidad se manifiesta también en el lenguaje", puesto que "la palabra Navidad, que significa natividad o nacimiento del Señor, es sustituida por la palabra 'fiesta', que más inocua y menos comprometedora", sustituyendo con ella a "la tradicional expresión de 'felices pascuas', de tanta riqueza espiritual, porque con ella se alude al meollo de la Navidad".
Por ello, cuando faltan pocos días para la Nochebuena, Asenjo invitó "a fortalecer el sentido cristiano de la Navidad", sin necesidad de "grandes gestos", sino tratando de "vivir la Navidad con hondura, autenticidad y verdad", por lo que alabó el lema 'Anuncia la Navidad desde tu balcón', que corresponde a "la loable campaña que está realizando la parroquia de Santo Domingo de Cabra (Córdoba), que invita a colocar una imagen del Niño en el exterior" de las casas.
De igual forma, el obispo pidió a las familias cristianas que no olviden "poner el Belén, por sencillo que sea", a la vez que las animó a cantar villancicos en casa y a acudir juntos a la Misa del Gallo, conminándolas también a "huir del derroche y del consumismo que solapan el misterio y que son una afrenta para los miles y miles de hermanos que están sufriendo las consecuencias pavorosas de la crisis económica y el paro".
En consecuencia, Asenjo pidió a los católicos que no se plieguen "sin más a los reclamos publicitarios" y les animó a vivir "unas Navidades austeras, pues la alegría auténtica no es fruto de las grandes cenas ni de los regalos pomposos. Nace del corazón, de la conciencia pura y de la amistad con el Señor".
"Este año, más que nunca --concluyó-, vivid también unas Navidades solidarias y fraternas. Prescindid incluso de algo necesario para compartirlo con quienes nada tienen. Procurad buscar algunos momentos en estos días para visitar enfermos, ancianos o necesitados. En ellos está el Señor, que nacerá en nuestros corazones y en nuestras vidas si lo acogemos en los pobres y en los que sufren".