Detenidos los ladrones que amenazaron con cortar un dedo a un obispo brasileño

Los jóvenes retuvieron a cinco personas dentro de una casa parroquial en el barrio Morumbí, una zona acomodada en el sur de Sao Paulo, en la que vive el obispo emérito de Campo Lindo, Emilio Pignoli.
Las víctimas del asalto estuvieron cerca de dos horas tendidas en el suelo mientras integrantes del grupo les apuntaban con sus pistolas y otros delincuentes revisaban la vivienda en busca de objetos de valor.
Entre los retenidos estaba un padre italiano de 86 años que había llegado a Sao Paulo para visitar al obispo emérito y que tuvo que ser atendido por los médicos después del asalto.
'Tuvo una convulsión. Además de su avanzada edad tiene un marcapasos', pero no sufrió males mayores y los médicos le recomendaron reposo, dijo el obispo emérito de Campo Lindo en declaraciones al portal de noticias G1.
El religioso admitió que los asaltantes amenazaron con cortarle el dedo si no les entregaba el anillo que recibió cuando fue ordenado obispo, por lo que se lo dio.
Según la Policía, los atracadores invadieron la casa parroquial precisamente cuando el obispo probaba, junto a dos empleados de una firma de seguridad, un portón automático que había mandado instalar en la residencia.
Los instaladores del portón, que también fueron retenidos, se quejaron de la violencia de los asaltantes, que se llevaron, además del anillo del obispo, todos los electrodomésticos y el dinero que encontraron en la casa, y huyeron en el vehículo de uno de los técnicos de seguridad.
Advertida inmediatamente, la Policía encontró el vehículo robado pocas horas después en la entrada de la favela de Paraisópolis y, tras una incursión en la barriada, arrestó a dos de los asaltantes y recuperó todo el botín.