Fouad Twal: «No parece que la situación aquí vaya a permitir el viaje del Papa»
-¿Esta guerra ha dejado muertos también entre los cristianos?
-Sí. En Gaza hay unos 3.000 cristianos; 300 son católicos latinos, y los demás ortodoxos o protestantes. Aunque en este caso no deberíamos hacer diferencias ni siquiera entre musulmanes y cristianos. Cuando una bomba cae del cielo no pregunta quién es cristiano y quién es musulmán.
-No se habla de cristianos israelíes. ¿Es que no los hay?
-¡Por supuesto que los hay! El 2 por ciento de los árabes de Israel son cristianos. Son una minoría dentro de la minoría árabe del país. Y si no se habla tanto de ellos es porque no viven en condiciones tan duras. Gozan de seguridad social y de educación como cualquier otro ciudadano israelí. Pero el hecho de que los niños y las niñas de Gaza sean los más necesitados de la diócesis hace que nuestros cuidados se dirijan a ellos en primer lugar.
-La pequeña comunidad de hebreos cristianos de Ber Sheva también debió sufrir con los cohetes que Hamas lanzó a la ciudad.
-Sinceramente, no creo que se pueda comparar. Vaya por delante que me opongo rotundamente a los cohetes. Pero hay que decir que, aparte de ruido y miedo, causan pocos daños. Hamás ha lanzado unos 500 misiles y ¿cuántas víctimas ha habido? Cuando se habla del conflicto es absurdo discutir sobre cohetes y misiles. Hay que ir a las causas del conflicto. ¿Por qué hay guerra? Si nos ocupamos de las causas lograremos evitar las consecuencias. Y es que la única consecuencia de la violencia es más y más violencia. ¿Qué nos ha dejado? Más estupidez que nunca.
-La visita del Papa será de gran ayuda para Tierra Santa...
-Sí, pero todavía no es oficial.
-¿Se está preparando de algún modo?
-Bueno, se han organizado algunos comités para prepararla. Pero nos damos cuenta de que la situación actual no es la mejor para recibir al Santo Padre. Esperamos que todo se mejore, y entonces la visita del Papa será una bendición para todos. Nos ayudará a mejorar las relaciones ecuménicas entre cristianos, y la relación entre Israel y los árabes. Al fin y al cabo, el Papa es el Padre común de todos. Pero por ahora...
-¿Él quiere venir?
-Sí, quiere venir. La conferencia episcopal lo ha invitado y a su vez los estados de Israel y Jordania también lo han invitado. Él quiere venir, y nosotros queremos que venga, pero la situación no parece que lo vaya a permitir.
-¿Qué se prevé entonces?
-Es posible que tengamos que posponer el viaje.
-¿Qué cuestiones le gustaría solucionar antes del viaje papal?
-En primer lugar, lograr que la gente viva una vida normal: que puedan moverse sin necesidad de pedir permisos, sin cruzar «checkpoints», sin estas estúpidas fronteras, sin muros... En segundo lugar, me gustaría que se normalizaran las relaciones entre la Iglesia y el Estado de Israel: que se llevara a término el Acuerdo Fundamental de 1993. Y con eso, que seamos libres para realizar nuestra labor pastoral de Iglesia.
-Me gustaría que nos hablara de la emigración de los cristianos.
-La emigración es un fenómeno humano que afecta a todos: judíos, musulmanes y cristianos. Aún así, no deja de preocuparnos. Y no sólo a nosotros. Tanto el gobierno de Israel como el de Jordania nos han animado a cuidar nuestra comunidad cristiana y a buscar soluciones para que mantengan la esperanza y la alegría de permanecer aquí.