Montoto: "Lo importante es que se hable de Dios, como sea"

José Antonio González Montoto, vicario de la zona Norte, asumirá su nuevo cargo de co-párroco de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery en la misa de siete del próximo domingo. Ligado a la ciudad desde su niñez, ha sido coadjutor de la iglesia de San Nicolás de Bari y actualmente es educador formador en el Seminario de Oviedo. Conocedor de la ciudad avilesina, ayer respondió con una sonrisa amable a las preguntas formuladas por LA VOZ, asegurando que lo que más le preocupa es la situación de las empresas a causa de la crisis, que puede incidir en el aumento del desempleo entre los jóvenes. Lo entrevista Horacio Fernández en El Comercio.

-¿Cómo afronta su nueva etapa de co-párroco de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery?

-Estoy muy contento de estar en Avilés, aunque los curas estamos para servir donde nos manden. Soy hijo de guardia civil y, como los maestros y los gitanos, se puede decir que somos apátridas.

-¿Qué es lo que más le preocupa en estos momentos en que parece que sólo se habla de crisis?

-Me preocupa la crisis económica generalizada y la situación particular de las grandes empresas de la comarca, sobre todo porque está incidiendo en el aumento del desempleo y en la consiguiente incertidumbre que sufren los jóvenes. La realidad de todos los días es que vemos más gente, en los últimos tiempos, pidiendo a las puertas de las iglesias.

-Hace muchos años ya fue coadjutor de la iglesia de San Nicolás de Bari.

-Es verdad que estuve ligado a Avilés y recuerdo haber organizado una misa en San Nicolás de Bari en la que participaron más de 800 jóvenes.

-¿Cuáles van a ser sus funciones como co-párroco?

-En realidad seré un párroco moderador, 'in solidum', como se dice en latín. Seré la persona en la que recaerá la responsabilidad al frente de la iglesia, teniendo en cuenta que el actual párroco, Ángel Fernández Llano, tiene 81 años, es una persona mayor, y el párroco adscrito, Rodrigo Suárez, de 86, está ingresado en el Hospital San Agustín. Ambos sacerdotes estuvieron asistidos hasta la última Navidad por Félix Menéndez, vicario parroquial que se ha marchado a estudiar Derecho a Madrid. Esta semana se incorporará como diácono José Manuel Vázquez.

-¿Cómo es la labor de un diácono?

-El diácono es una persona que ha recibido el primer grado del sacramento del Orden Sacerdotal por la imposición de las manos del Obispo. Propiamente, según el catecismo de la Iglesia Católica, los diáconos no son sacerdotes, a pesar de pertenecer al orden sagrado.

-¿De qué forma colaborará en el trabajo de los párrocos?

-La función del diácono es asistir y ayudar a los obispos y pueden servir a sacerdotes por órdenes de aquél en la predicación. Igualmente pueden administrar los sacramentos del bautismo y el matrimonio, así como dirigir la administración de las parroquias y otros servicios, por lo que el trabajo del diácono será importante para el trabajo de apostolado y evangelización a la población de la parroquia de Santo Tomás de Cantorbery.

-¿Y usted continuará como vicario?

-Habrá que esperar a que asuma su cargo el nuevo Arzobispo y confirme o nombre a sustitutos de las vicarías. Cualquier cargo religioso es de una gran responsabilidad. Si hablamos de la parroquia de Santo Tomás de Cantorbery, y de Avilés, tenemos que hacerlo teniendo en cuenta a una población aproximada de 83.000 habitantes. En el caso de la vicaría del Norte, que abarca desde Gijón hasta Soto de Luiña, pasando por varios concejos del centro asturiano, incluido Avilés, estamos hablando de una población de casi 400.000 almas.

-¿Qué opina de la marcha del actual Arzobispo, Carlos Osoro, a Valencia?

-Se le echará mucho de menos por haber sido una persona que siempre escuchó a la gente, en todo momento. El Arzobispo es una persona muy querida por muchos asturianos, que seguramente le extrañarán y recordarán por la importante obra que ha realizado en la región.

-¿Cómo valora su trabajo?

-Es un trabajador incansable y agota a sus secretarios, que no le aguantan el ritmo. Le ha dejado el número de su teléfono móvil a todo el mundo y no tiene problemas en tenerlo abierto para las personas que necesiten comunicarse con él.

-La última polémica religiosa es sobre si Dios existe realmente, con carteles alusivos en los autobuses.

-Esta polémica es una tontería, porque si Dios hablase como nosotros lo hacemos, nos diría que lo importante es que se hable de Él, como sea. Es una discusión superficial que no sirve para nada, aunque puede ayudar a que mucha gente reflexione.
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