La Virgen de los marineros
El 16 de julio participo siempre que puedo en las procesiones que desfilan en honor de la Virgen. Suelen organizarlas en los puertos las cofradías de pescadores y son de una belleza sin igual. En Tarragona tienen como punto de referencia la parroquia de Sant Pere, en el Serrallo, siempre acogedora para la gente del mar, verdadero faro de espiritualidad para todo el barrio.
Son procesiones entrañables en las que la imagen de la Virgen es trasladada en una barca con el cortejo de otras embarcaciones y paseada sobre una alfombra de flores. También en la de Torredembarra he tenido el gozo de participar. En estas ocasiones rezo por las familias de los pescadores y pido por su trabajo, tan sacrificado y duro muchas veces.
Habiendo nacido en un pueblo del interior de Catalunya, el mar siempre ha tenido para mí algo de mágico. Puedo figurarme la lucha de sus gentes contra los elementos, a veces el viento y la lluvia, y en noches de tormenta y oleaje recuerdo con frecuencia que puede haber personas en medio de la oscuridad de las aguas, lejos de la costa, y pido para que tengan un feliz retorno a casa.
Uno de los títulos de la Virgen es Stella Maris, Estrella del Mar. Con este nombre existe un admirable servicio diocesano que procura prestar atención a marinos mercantes que quizá llevan meses sin ver a sus familias. Al tocar sus barcos a puerto se les ofrece la atención material y espiritual posible.
Del mismo modo que los astros siempre han guiado a los marineros en sus travesías, la Virgen, en su advocación del Carmen, es la estrella que nos guía a todos, ya que nos lleva a Jesús, como aquella estrella que condujo a los Magos a la cueva de Belén.
Encontrar a Jesús en nuestra vida es la vocación de todos. Y en este punto deseo recordar hoy la vocación específica y admirable de las religiosas Carmelitas, cuyo nombre se inspira en la Virgen del Monte Carmelo y que tantos frutos de santidad han dado a la Iglesia. Me encomiendo también a sus oraciones en esta festividad de julio, tan entrañable.
+Jaume Pujol
Arzobispo metropolitano de Tarragona