El misionero amenazado

Quiero registrar las amenazas que estamos sufriendo el líder indígena Tanadí Miquelem y yo mismo. El motivo de estas amenazas es la propuesta de demarcación de las tierras indígenas del pueblo miquelem. Como ya he contado en anteriores escritos en este mismo blog, los miquelenos son uno de los llamados pueblos indígenas resurgidos de Brasil, que parecían haber desaparecido del mapa.

Con ayuda del CIMI (la Comisión Pastoral Indigenista) los miquelenos dispersos por Rond“nia empezaron a reencontrarse después del 2000, realizando diversas asambleas en Porto Murtinho, municipio de San Francisco de Guaporé.

Los miquelenos fundaron una asociación y reivindicaron su reconocimiento oficial como indígenas legítimos. Hoy tienen su carnet de identidad indígena y escuela diferenciada. También reivindicaban su territorio, especialmente los que habían sido expulsados en 1984 de una localidad llamada el Limoeiro, después de que allí se crease la Reserva Indígena de Guaporé.

Un primer estudio, realizado a instancias del Ministerio Público, siguiendo las indicaciones de los indígenas más ancianos, indicó como posible territorio indígena no solamente el área del Limoeiro, sino también Porto Murtinho y Prainha, esta última ocupada por grandes haciendas de ganado. Como podría esperarse, este estudio provocó una violenta reacción de todos los afectados, que podrían perder sus tierras.

Este año, la situación se ha calentado de nuevo tras la llegada de Francisco Marinho, procurador de la República de Porto Velho, quien está al cargo del proyecto. Los miquelenos le llamaron en octubre del 2008 para que fuera a Porto Murtinho y el procurador vino a principios de febrero, momento en que informó a los hacendados y colonos de la situación. Intentó calmar los ánimos, pero el efecto fue el contrario. Marinho apuntó la posibilidad de que los afectados recibieran una indemnización por sus posesiones, lo cual confirmó la posibilidad de perder sus tierras, provocando el pánico entre los presentes.

Muchos hacendados y colonos acusan al CIMI y a la Iglesia de generar esta situación, y en particular a mí mismo. En una reunión, el nuevo alcalde, el señor Jairo, llevó al senador de Rondonia, Expedito Júnior, y a otros políticos a manifestarse contra "esta idea diabólica" y caldeó más el ambiente. Luego, los escritos en este blog hablando de los miquelenos recibieron calumniosos comentarios en portugués, hechos desde aquí mismo, y fueron difundidos en la ciudad, reforzando la acusación de que yo soy el responsable de la propuesta de creación de esta área indígena.

A través de diversas personas me han llegado avisos de que hay gente comentando en público que "si perdemos las tierras, el padre Zezinho va para la tumba", o "que me iría a reunir con el padre Ezequiel" (misionero comboniano mártir, asesinado en 1985 en Rond“nia), o que "ya es la hora del padre Zezinho para morir".

También está sufriendo amenazas Miquelem, que actualmente también vive en San Francisco del Guaporé, a pesar de que defiende apenas el retorno al Limoeiro, y jura para todos que no quiere como territorio las tierras ocupadas por hacenderos y colonos.

JOSEP Iborra
MISIONERO CLARETIANO EN SAN FRANCISCO DE GUAPORÉ, BRASIL
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