El obispado de Coria-Cáceres pide “solidaridad en tiempo de crisis”
Asimismo ha indicado que este fin cobra especial sentido cuando se acerca la fiesta de la Navidad y que es la "hora de una nueva imaginación de la caridad que promueva la capacidad de hacerse cercanos y solidarios con quien sufre".
Crisis moral:
Además, añade que "tanto en las causas como en los efectos, la crisis de los mercados es la expresión de una verdadera crisis moral que ha buscado el beneficio inmediato y particular olvidando el bien común y el interés general".
En este sentido, afirma que "durante los últimos años la economía española ha crecido a un ritmo espectacular, que sin embargo no ha servido para reducir la desigualdad y la pobreza en el conjunto de la población".
Asimismo se ha referido a los datos publicados recientemente en diarios geniales que exponían que según el INE, "casi el 40% de la población residente en Extremadura está por debajo del umbral de la pobreza" y que el número de parados en la región supera los 93.000.
De esta manera, añade, "todo hace pensar que la crisis será duradera y comienza a cebarse en las personas y familias más vulnerables laboral y económicamente, especialmente entre los inmigrantes y los trabajadores de la construcción" por lo que, afirma, "con frecuencia se presentan en Cárias parroquales familias que tienen dificultades para afrontar su día a día".
En esta línea, añade el obispo, "no compete a la Iglesia buscar soluciones técnicas de intervención en el ámbito de la economía, pero su Doctrina social sí ofrece claves que permiten iluminar esta situación".
Así, indica, "el pensamiento social cristiano pone como centro la dignidad de todos los hombres, el bien común como algo superior a los beneficios particulares y el destino universal de los bienes como principio orientador de la economía.
Por todo esto, desde el obispado piden a las administraciones "que se incrementen las partidas dedicadas a la protección social, para que todas las familias tengan unos ingresos suficientes para vivir con dignidad".
Igualmente, explican "la crisis económica demanda más solidaridad a todos los niveles" y afirma que los cristianos deben "vivir más sobriamente, evitando gastos ostentosos y compartiendo los recursos con los más necesitados".