La gran mayoría de los
jóvenes hoy día ya no se consideran católicos. De hecho, no llega al 50% de ellos los que se declaran de esa confesión, cuando hace una década eran el 77%. La religión, por tanto, se ha convertido en el ámbito que menos éxito tiene entre este colectivo y el que ha perdido más valor.
Sólo un 10% de chavales afirmaron ser católicos fieles, que cumplen regularmente con los preceptos de su Iglesia y colaboran con grupos y asociaciones religiosas. Un 40% se define como católico, aunque sólo ocasionalmente acuda a algún acto eclesiástico. Y existe un creciente grupo (28%) que se muestra agnóstico o ateo y otro (18%) indiferente.
La Iglesia se ha convertido en la
institución española que más desconfianza suscita entre los jóvenes, por detrás de la política y las multinacionales. De ella critican su excesiva riqueza, su injerencia en política y su conservadurismo en asuntos de sexualidad. Sin embargo, más de la mitad (55%) cree en Dios (un 10% menos que hace siete años) y sólo el 28% niega su existencia. Una tercera parte acepta otras creencias cristianas como la vida después de la muerte y el pecado. Y menos, creen en la resurrección de Jesucristo.
La asistencia a iglesias, parroquias y conventos está disminuyendo. Sólo un 5% acude una vez al mes, un 19% en grandes festividades y otro 5% en ocasiones comprometidas. Un 69% declara abiertamente que nunca o casi nunca va a misa. (Publicado en Abc)