Cáritas denuncia de nuevo

Reacción rápida, casi inmediata de Cáritas al atropello en forma de normativa que el Gobierno del PP quiere aplicar a los inmigrantes. Con palabras claras, directas, sencillas y contundentes. El Gobierno no debería poner en marcha ese recorte social que atenta directamente contra "los más vulnerables", dice la institución caritativa de la Iglesia. Le sobran razones.

Cáritas no sólo da trigo a pie de obra, aportando alimentos a los que ya nada tienen, sino que, además, levanta su voz de denuncia profética. Una y otra vez. Sin cansarse ni desfallecer. Atenta siempre al grito del pueblo que llora, se lamenta y casi pierde la esperanza.

Y denuncia un cambio de modelo profundo en la sanidad. Se instaura la dualización de la sanidad: que será diferente según el poder adquisitivo de cada cual. Una medida injusta e ilegítima, que sólo va a aportar más sufrimiento a los que ya sufren más.

Si Cáritas no existiera, habría que inventarla. Predica, da trigo y, además, le salva la cara a la conferencia episcopal, presidida por el cardenal Rouco, que sigue en silencio como organismo colegial. ¿Cuándo va a hablar?

Porque Cáritas es la Iglesia en su labor samaritana. Pero no es toda la Iglesia. La jerarquía, rápida siempre en defender la vida, está obligada a salir ya a la palestra para defender la vida y la dignidad de los más pobres, a los que se va a privar de sanidad.

José Manuel Vidal
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