Grave escándalo
Estos siguen pasando ampliamente de lo que dice la jerarquía y contribuyen así -a través de la confusión que siembran- al alejamiento de los fieles, a la secularización.
Pero la mencionada Instrucción Pastoral sobre Teología y Secularización también tiene otras «perlas». Por ejemplo, la que advierte a «quienes reivindican su condición de cristianos, actuando en el orden político y social con propuestas que contradicen expresamente la enseñanza evangélica, custodiada y transmitida por la Iglesia», que su actuación es «causa grave de escándalo» y les sitúa «fuera de la comunión eclesial».
Aunque el texto de los obispos estaba escrito hace semanas, parece que este último párrafo les viene como anillo al dedo a los políticos del Partido Popular que han participado en la celebración de la boda gay del concejal de Orense.
Tienen derecho, tanto el alcalde de Orense -oficiante de la ceremonia- como el líder de los populares gallegos -asistente al acto- a hacer lo que quieran con su vida. Pero lo que no tienen es el derecho a solicitar luego el voto de los católicos como si no pasara nada, porque su comportamiento -como dicen los obispos- ha sido «causa grave de escándalo» y les ha situado «fuera de la comunión eclesial», que es una forma delicada de decirles que están excomulgados.
Y para colmo lo han hecho el Domingo de Ramos, un gesto de «finezza» política con el que iniciar la Semana Santa. Lo que pasa es que están tan seguros del voto católico que se permiten despreciarlo y humillarlo. ¿Hasta cuando vamos a seguir los creyentes aguantando estas afrentas a nuestra fe?
No puede ser que a políticos así su comportamiento les salga gratis, porque si eso sucede van a ir a más. Al final, la diferencia entre el Partido Popular y el PSOE es tan pequeña que apenas se les distingue.
Santiago Martin (La Razón)