Guerra en la ruta de los Reyes Magos
Será una crueldad privarles de los regalos. Pero la coincidencia habrá sido provechosa, si los padres han sabido explicar un conflicto que va camino de perpetuarse y que podría tocarles a ellos. El pueblo judío, que se decía condenado a una vida errante, empezó el retorno a la tierra de sus remotos antepasados, que se incentivó después de que el tirano Hitler, en los años 40 del siglo pasado, pusiera en práctica un programa de exterminio por el procedimiento de la cámara de gas.
El éxodo fue masivo, hasta el punto de que en el año 1948, la ONU les creó un Estado, que recibiría el nombre de Israel. Lo apoyó la mala conciencia de la humanidad, que no había movido un dedo para evitar aquellas matanzas y también se sentía culpable por las humillaciones, como la expulsión de España, que los judíos habían tenido que pasar. Por cada familia que llegaba había otra, palestina, que se iba. Apoyar a Israel era signo de progresismo. "Ya volverán...", contestaban los encargados de calmar a los impacientes que habían visto cómo se formaba un Estado de okupas apoyado por las autoridades entrantes.
El derecho de propiedad de un edificio solo rige para el que llega. En el exilio, el que pudo creer que la convivencia triunfaría, ahora se da cuenta de su error. Estos días, los tanques rodean su casa actual. Pide a sus nietos que se acuerden de la escena.
Josep Pernau (El Periódico).