1.- Jesús, en tu inmenso amor me abriste tu costado para darme tu corazón. ¿Cómo sabré corresponder? Me siento débil e impotente por mí mismo, pero todo lo puedo en Aquél que me conforta; por eso confío en tu ayuda.

2.- Uno mi corazón al tuyo, Señor. Me siento unido a Ti ahora y por siempre. Tu corazón fue herido por la lanza, pero fue herido sobre todo por el amor nuestro, porque nos amabas con total fuerza; que sepa corresponder a ese amor que tanto ha amado a los hombres.

3.- Te entrego mi corazón, Jesús, pues Tú has sido el primero en dármelo con amor.

4.- Quiero purificarme de mis pecados, líbrame de mis vicios, enriquecerme de tus bienes; para ello me ofrezco a Ti como niño pequeño a su madre.

5.- Habiéndome dado, Señor, la posibilidad de amarte, agradezco tu amor y me entrego del todo a Ti.

José María Lorenzo Amelibia
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