Comienza la vida de un cristiano, sacerdote, padre y abuelo

Testimonio humano - espiritual.

Publico en pequeñas entregas la verdadera historia de mi vida de cristiano, sacerdote, padre y abuelo. Por razones obvias son supuestos los nombres geográficos de mis lugares de adulto. A muchos puede interesar.

Pobes

                                                                                  I

ME LO CONTARON

Noche de calor. Mis empujones para romper la frontera de las tinieblas fueron en una noche de calor.

Mi madre junto a las amigas del cuartel tomaba la "fresca" del 21 de Julio de 1934 en un banco de madera. Noche serena, con murmullo de río lejano y la única orquesta rural de media noche: los grillos.

Se rompe el encanto de la serenidad. Un toro anda suelto y se lanza por la calle. Las mujeres asustadas dejan el banco de madera. Ya no se oyen los grillos ni el murmullo del río. Los guardias tienen que salir del cuartel a defender a sus consortes del toro noctámbulo.

Fue el fulminante. Fue el susto del parto. Fue muy duro mi alumbramiento. Doce horas. Un médico comunista ayudaba a que saliera mi gran cabeza.

- Somos de distintas ideas, le decía mi padre.

- No se preocupe. Una cosa es la política y otra cosa la profesión.

Y... aquel niño con cabeza grande comenzó a llorar.

- Otro guardia civil, dice el galeno.

Y se equivocó.

Pobes es el pueblo donde nací. Me gusta verlo.

Me agrada asomarme al promontorio detrás de la Iglesia y

contemplar el paisaje sereno del río Bayas que serpentea límpido en su curso lento hacia el Ebro.

Pobes: ni sé si en él vi la luz, porque me trasladaron al mes de nacer.

Pobes: en él celebré una Misa de acción de gracias por haber venido al mundo; por haber nacido a la vida de Cristo.

Me bautizaron a la semana. Dicen que mojé la falda de mi madrina. Don José Garay me cristianizó. Muy sentimental yo, he tenido con él atenciones: invitarle a mi primera Misa, visitarle. Su actitud ha sido la de un profesional bueno y con cierta delicadeza. Nada más.

Me gustaría tener una casita en Pobes. Me gustaría quedarme en la Iglesia horas contemplativo, gozando del lugar que me vio nacer al espíritu. Me gustaría, en las tardes calurosas del estío, a la sombra del ábside del templo, disfrutar sereno con mi esposa de la belleza del paisaje bautizado con las aguas del río tranquilo que lentamente se dirige hacia el Ebro.

José María Lorenzo Amelibia                                          Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com              Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/  Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

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