Críticos, sí; pero no murmuradores
Crítica Constructiva
| José María Lorenzo Amelibia
Críticos, sí; pero no murmuradores
Mi vida ha ido evolucionando. En mi juventud caí en un vicio bastante común: criticar a personas. Siempre proponía no hacerlo, pero ¡que si quieres! Al fin me di cuenta de que esos chismorreos de sacristía a nada conducen; además se falta a la caridad porque nuestro prójimo queda malparado y no puede defenderse ni corregirse, al desconocer del todo estas conversaciones poco ejemplares.
No sé si por madurez, virtud o experiencia; pero entiendo que cuanto antes hemos de eliminar de nuestro entorno este tipo de críticas estériles; en cambio es necesario vivir con los ojos abiertos para darnos cuenta de nuestros numerosos defectos y tratar de corregirlos. Observar también en nuestro entorno a quienes desempeñan cargos públicos; fijarnos en sus yerros, actitudes, abusos y veleidades… y sin decir nombres propios criticarlos a fin de que se vean observados y traten de mejorar para el bien del Pueblo de Dios.
Hoy no resulta difícil practicar esta pública crítica para cuantos se asoman a Internet. Sí es necesaria mucha discreción para no pronunciar insultos ni vejaciones, para no generalizar, para no ensañarnos con nadie. Crítica siempre positiva y constructiva. A poder ser marcando alguna solución.
Porque algunos cristianos se pasan de timoratos e ingenuos: piensan que, por el hecho de que una persona esté revestida de autoridad, sus decisiones y palabras son dogma: “Habló Blas, punto redondo”. Y así nos va en la Iglesia. Otros prefieren arrimarse al poder; callar ante el pueblo y halagar al superior: algo caerá.
He conocido obispos muy humildes; desean y buscan esa crítica constructiva. Incluso avisan a sus inmediatos colaboradores que les digan todo cuanto les parece mal y cuanto en este sentido encuentren escrito. Por desgracia también los hay que desean enterarse para marginar a los críticos con la venganza del ostracismo.
Lo cierto es que ha terminado el tiempo de ser borregos, de dejarnos embaucar, de creer que el de arriba siempre tiene razón. Para construir una Iglesia mejor, es necesario de todo punto el espíritu crítico. Hemos de vivir con los ojos bien abiertos.
José María Lorenzo Amelibia
José María Lorenzo Amelibia Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/ Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3 Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2