1.- Durante varios domingos del verano se nos muestran en la Misa distintas parábolas. O sea, comparaciones sencillas para enseñarnos una doctrina.

2.- Hoy es la parábola de la cizaña. La recordamos: una campo sembrado, pero en el que brotan junto al buen trigo hierba malas, denominadas cizaña. Sugieren al amo de la finca arrancarlas y destruirlas, pero él dice: No; al final cuando seguemos, quitaremos las hierbas malas y las quemaremos.

3.- Y el mismo Jesús nos da la explicación. El trigo son los buenos del Reino de Dios. La cizaña, los malos. Pero en este mundo no se hace nada a los malos. Al final, "a los que obraron la iniquidad, los echarán al horno ardiente. Entonces los justos resplandecerán como el sol."

4.- La fe es clara: después habrá otra vida; de premio para los buenos; y de castigo para los malos. Por mucho que lo nieguen los no creyentes, ahí está la verdad de fe. Hemos de pedir al Señor luz para creer, y fuerza para obrar bien.

José María Lorenzo Amelibia
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