Dicen que es fácil la oración, aunque no tanto...

Muchas veces me parece la oración muy difícil. Por más técnicas que empleo parece que me sale mal. Y sin embargo tengo un gran deseo siempre de oración.


Tenemos que darnos cuenta de que los niños a fuerza de oír a las madres y de imitarlas, aprenden a hablar. Vamos a ponernos a la escucha de Dios; vamos a estar un poco más "pasivos" delante de El. Verás cómo así, poco a poco, logramos entrar de lleno en su intimidad.

El Señor siempre junto a nosotros. Ponernos a la escucha. ¡lo tenemos tan cercano! Y cómo se va pasando la vida sin apenas hacerle caso. Poco a poco va cambiando en mí la jerarquía de valores. Y ya era hora. Antes me parecía que un día sin leer era tiempo perdido. Ahora pienso eso mismo de un día sin oración. Como decía Nieto: "Un día sin oración es un día de perdición."

A la fuerza la oración ha de ser fácil, si es tan necesaria. Muchas veces me he meditado en este particular y me he preguntando: ¿por qué, pues, tan poca gente la practica? Y mi respuesta es simple: porque no llegan a darse cuenta de la necesidad o utilidad de la misma. Nos estamos moviendo en el terreno de la fe. Como nada vemos, nada comprobamos con los sentidos, muchos la aborrecen.

Y veo lógico el menosprecio de la oración: poner empeño para no conseguir nada... ¿quién lo hace? Pero veo más incongruente profesar una fe y después ignorar la oración. ¡Vamos a dejarnos tú y yo invadir por quien sabemos nos ama! ¡Vamos a poner nuestra jarra debajo de la fuente para que se llene de agua! ¡Vamos a leer despacio nuestros libros buenos y a detenernos de vez en cuando en la lectura para levantar nuestro corazón a Dios!

De esta manera, la oración no resultará enojosa, sino suave y fácil. Verás cómo iremos cayendo en cuenta, si somos constantes, de muchas cosas espirituales que antes apenas nos hacían impacto. Yo quisiera durante mucho tiempo practicar una oración de dolor de los pecados, de pena por mi anterior indiferencia, por los años casi perdidos... y de ahí sacar fuerza para ser generoso con el Señor y amar mucho, mucho a mis semejantes.


Ver http://personales.jet.es/mistica
Ver también del mismo autor más de mil artículos sobre enfermos y debilidad
http://www.opina2000.com
Volver arriba