Domingo 12 durante el año, ciclo B.  20-6-21 Mc. 4, 35-40

1.- Nos cuenta S. Marcos hoy el suceso de una tempestad mientras iba con los suyos el Señor en la barca. Pero Jesús dormía. Uno de ellos le despertó y le dijo: “¿No te importa que nos hundamos?” Se puso en pie Cristo y ordenó al viento que no soplara. Llegó una gran calma.

 2.- Nosotros también somos cobardes cuando nos llega una prueba y deseamos que enseguida desaparezca. ¿Ya acudimos al Señor como los Apóstoles? Seguro que lo hemos hecho muchas veces, pero ¡nada! La prueba sigue. Algo falta a nuestra oración.

3.- Solución. Acudir a Jesús en todos nuestros problemas. A Dios rogando y con el mazo dando. El milagro puede tardar en venir. No siempre llega como en la tempestad calmada. Pero llegará la ayuda de Dios. Confiar y perseverar en la oración. Que no siempre suceden las cosas de repente. Pero siempre atiende Dios nuestra oración.

José María Lorenzo Amelibia  

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