Entregarnos a Dios con amor y vivir con Él

Amor.

Con Dios

Palabra de importancia absoluta en nuestra espiritualidad. Dios es Amor. La carta magna del amor está tomada de 1ª Cor. 13 “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.  Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve”.

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;  no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.  El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos... Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”.

El amor, la caridad está por encima de la mística. Sin amor, nada. El amor es fuente de gracia y felicidad que Dios ha dado a nuestros corazones. Hemos de aprender a amar. El amor de Dios es gratuito.

Debemos mantener el alma como una lira dócil en las manos del Espíritu Santo, para que Él haga saltar de sus cuerdas la armonía de cada momento, de cada circunstancia llena de amor. Y vamos a tener en cuenta que también el sufrimiento puede emitir sonidos de belleza santa.

Decía Lacordaire: “No preguntes ya a nadie por Él en la tierra, ni en el cielo, porque Él es tu alma y tu alma es Él”.

Ver también entrada “Absoluto” , “Caridad” y las siguientes entradas de “Amor”.

Autodonación.

Jesús hizo auténtica autodonación en el Calvario. En la misa y comunión nos unimos a Él, nos entregamos a Él para cumplir su voluntad, sin votos, con amor, con decisión. “Aquí estoy para hacer tu voluntad”.

Con Dios.

Mantener el contacto y la presencia de Dios durante todo el día, en todo momento. Hacer oración de todos los actos del día, esta es la aspiración de cuantos practicamos la vida interior. La lectura espiritual nos puede ayudar. Durante el trabajo manual es muy bueno escuchar cintas con los libros de espiritualidad que más nos han impactado. Crear en el alma un ambiente en el que Dios quepa y esté con nosotros en un templo viviente con toda consciencia.

Estamos destinados por Dios a convivir su vida divina. Ver a Dios en todo. Confiarse a Dios en todo. Amar a Dios en todo. Vivir para Dios: esta es nuestra verdadera dignidad.

El amor es el modo más perfecto de glorificar a Dios. Somos perfectos en la manera en que amamos a Dios. Se manifiesta el Señor en nosotros como Dios celoso que no tolera otros dioses. Estamos en comunión vital, íntima con Dios.

Compartimos su feliz vida trinitaria. El amor nos une con Dios. El amor transforma nuestras facultades espirituales.

Ver entrada “Presencia de Dios”.

Espiritualidad - Mística

José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/ Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba