Estas meditaciones hazlas sin ansia de pasar adelante. Normalmente cada punto breve está separado por el signo.- Es una señal discrecional de parada. Cuando piensas que te has agotado en afectos, discursos o contemplación pasa al punto siguiente. Lo mismo haz si no te dice nada la frase leída. Siempre has de comenzar la oración cortando con suavidad los pensamientos ajenos, y centrándote en el Señor. Al finalizar termina siempre con un coloquio con la Virgen María y con Jesús, su Hijo, Dios y hombre verdadero.

1.- Me pongo en la presencia de Dios; tengo fe en el Espíritu Santo, en Dios uno y trino.

2.- Me ordeno a Dios por amor y con amor; ven en mi ayuda, Señor, y santifica mi alma.

3.- El Hijo es la imagen del Padre; del mutuo amor procede el Espíritu Santo, tercera persona divina. Adoro a la Santísima Trinidad .

4.- He de estar en tu presencia, Señor, todo el día, amándote; ven para esto en mi ayuda.

5.- El Espíritu Santo es el Altísimo Don de Dios; verdadero don de amor que santifica mi alma.

6.- Actúa, en mí, oh divino Huésped. El Espíritu Santo desciende sobre la Iglesia; sobre cada uno. Ven a mí, Fuente viva, Fuego, Caridad y Unción espiritual.

7.- Fuego divino que comunicas ardor y caridad encendida. Santifica nuestras almas. Ven.


José María Lorenzo Amelibia
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