1.- Estar junto al Sagrario o junto a una lámina de Jesús resucitado. Mirar con mirada de amor a Jesucristo, complacido, feliz de que haya resucitado. Agradecerle este acto de fe.
2.- Agradecerle el gozo de sentirlo resucitado. Pedirle fuerza para ir “caminando por mi pascua” con espíritu de fe.
3.- Hablar con Él con paz de mis cosas y problemas. Pedirle por tantos y tantos necesitados. De una manera especial por el Papa en la dificultad definitiva en que se halla.
4.- Rezar alguna oración de las que más me mueven a fervor. En concreto puede ser el “Adoro te devote”.
5.- Darme cuenta perfecta de que estoy en la presencia de Dios, de Jesús resucitado.
6.- Él penetra hasta el fondo de mi corazón. Le expongo mi ser en su totalidad; a Él ni le puedo engañar y junto a Él me conoceré mejor para no engañarme.
7.- En la Eucaristía está todo el bien espiritual de la Iglesia; desde allí, Cristo nuestra Pascua se ofrece por nosotros. Me ofrezco junto a Jesús.
Te recomiendo mi página web http://personales.jet.es/mistica