1.- Gloria, alabanza y honor sean dados Ti, oh Cristo Redentor, al que un coro de niños cantaba: "Hosanna al Bueno".

2.- Deseo, Cristo mío, tener una actitud de adoración devota y reverente hacia Ti que, siendo Dios, no desechaste el seno de una Virgen, y sufriste pasión y muerte con acerbos dolores, mas luego resucitaste.

3.- Me quedo lleno de admiración, lleno de asombro al contemplar tu grandeza creadora, tu caridad redentora, tu fusión en nuestra humanidad. Con reverencia y temblor te pido seguir tu ejemplo, amarte, tener esa misma caridad con mis semejantes a quienes amo por tu amor, pero deseo amarlos no sólo de voluntad, sino de sentimiento.

4.- El herido de amor busca el rostro del amado; te busco a Ti con tu rostro coronado de espinas, quiero buscarte en tus hijos con el rostro doliente.

5.- Que mi adoración sea fruto del amor apasionado, que mira la gran distancia que existe entre mi Dios y yo, pero Tú me ofreces el acercarme a Ti, el amarte, el servirte en mis prójimos.

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