1.- Juntarnos con los Reyes Magos. Hazle ofrenda de tu persona, de tu espíritu, de tu corazón, de tu cuerpo, de tu memoria, de tu vida. Únete a la adoración de la Santísima Virgen.

2.- Admirar los sacrificios que se impone en la Eucaristía: oculta su gloria divina; sólo permite que reconozcas su bondad. Agradecer al Padre que nos haya dado a su Hijo.

3.- Invita a María, a los Angeles y Santos para que nos ayuden a dar gracias. ¡Oh Jesús Sacramentado, qué bueno eres; qué amable; y cuán excesivamente amante!.

4.- Visitar a Jesús en el Sagrario, donde le dejan solo los hombres. Tienen tiempo para todo, menos para visitar a Jesús. Adorarle en reparación de tanta ingratitud, profanación y sacrilegio. Imponerse alguna penitencia satisfactoria.

5.- Que mi ignorancia desaparezca ante vuestra Sabiduría.



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