1.- Profundizar un poco en el misterio de la encarnación. Dios Trinidad pide a la Virgen su permiso para ser la madre de Jesús, Dios y hombre verdadero. Dios respeta la libertad del hombre. Y yo quiero mandar e incluso coaccionar a veces. Dame, Señor, la verdadera humildad y el respeto total a mis semejantes.

2.- El ángel se hace mensajero de la noticia de la Encarnación. Y yo me resisto a ser a los mandatos del Señor muchas veces. Dame verdadera humildad, Señor, y fuerza para cumplir tu voluntad.

3.- María se turbó cuando recibió las alabanzas del ángel, y yo me pongo feliz y contento cuando recibo alabanzas y me entristezco cuando recibo lo contrario. Dame espíritu de humildad, Señor.

4.- El Hijo de Dios se humilla y desciende al seno de una mujer, María. De esta humillación parte la grandeza de la salvación. Ayúdame a ser humilde, Señor, te lo pido por medio de María, por medio de Jesús.

5.- El arcángel Gabriel anuncia a María las grandezas y ella responde con sencillez: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra". Enséñame la verdadera humildad, Señor.

6.- Sé que lo mío no son grandezas. Mi única grandeza eres Tú, Señor. Ayúdame a ser humilde como Tú. Humilde como María.

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