Nace un niño con una enfermedad muy rara

Enfermos y debilidad

Nace un niño con una enfermedad muy rara

Nace un niño enfermo con una enfermedad muy rara, anemia congénita severa. Los técnicos la denominan algo así como “beta – talasemia – mayor”. Terrible dolencia que obliga a los padres a practicar al pobre nene continuas transfusiones de sangre. La ciencia no es ajena a ningún problema sanitario. Con tesón y paciencia pretendemos encontrar solución a los males angustiosos en el mundo de lo infantil.

enf

Niño con enfermedad rara

Hace pocos años se encontró solución para nuestro niño de referencia. A los cuatro vientos se dio la noticia llena de alegría: un hermanito le va a donar algo necesario para la curación total de aquella tremenda enfermedad; no había otra alternativa para sanar al menor. Pero muchos ignoran cómo se ha llegado a tan sensacional hallazgo.

Lo primero fue seguir profundizando en experiencias científicas anteriores. Después llegó el momento definitivo: había que aplicarlo a este caso concreto. Con precisión, con las técnicas más avanzadas, llegaron a realizar una fecundación in vitro, fruto de los padres del niño enfermo. Pero no se podía obrar al azar. En aquel tubo de ensayo existían numerosos embriones, – el embrión es un ser humano en sus comienzos – y era necesario seleccionar el más adecuado. Para ello había que analizar hasta llegar al más conveniente. Por supuesto no tenía que tener síntomas de la enfermedad del niño a curar. Así que hubo que destruir todos los embriones, menos uno, el elegido para sanar a nuestro protagonista.

Y se celebró el éxito de este nacimiento, - un niño medicina para su hermanito – como un triunfo de la técnica y del humanismo. Muchísimas personas lo han acogido con alegría, sin reparar en las enormes connotaciones morales que lleva consigo esta técnica: se han destruido muchas vidas humanas incipientes y esto es muy grave, gravísimo; como grave es todo aborto provocado. Además, se ha “fabricado”, “producido” – no procreado – “un producto” humano; así de crudo es el problema. El nuevo niño ha sido escogido entre muchos por ser útil para una posible curación. No ha nacido con el derecho primero a ser amado por sí mismo, sino como un medio de curación.

La Conferencia Episcopal Española se ha pronunciado sobre estos problemas, y no sé si ha tenido su palabra la suficiente difusión o acogida. Sanar a los enfermos, sí. Pero no a costa de vidas humanas y de conculcar los derechos más elementales de terceros.

José María Lorenzo Amelibia                                        

Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com

 Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/

  Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari  Lorenzo Amelibia  Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba