REFELXIONES PARA RETIRO EN PASCUA 2013 EN GRUPO DE AMISTAD

1.- Estamos en este tiempo pascual viviendo la resurrección de Jesús. Vivirla cada año más a tope. Procuramos contemplar a aquellos Apóstoles en los momentos aquellos en que había rumores serios de que Jesús había resucitado. Algunos habían visto el sepulcro vacío, pero la mayoría no creía; no se fiaban. En el fondo se sentían fracasados. “Esperábamos, pero...” – decían los de Emaús. Lo comprendemos, pero a la vez reafirmamos nuestra fe. Jesús ha resucitado.


2.- La Resurrección de Jesús es un SÍ al amor, un SÍ a la predicación del Evangelio; un SÍ a nuestra entrega. La Resurrección es un NO al pecado; un NO al egoísmo. Hemos de vivir una vida con gran ilusión. Es una exigencia de nuestra fe a la Resurrección. Orar delante del Sagrario al Señor poniendo estos deseos como petición.

3.- Conocí a un señor muy inteligente y muy preparado en Teología. Sabía de todo, igual que un sacerdote, pero no había encontrado a Dios. Admiraba la palabra de Dios, pero no creía en ella. La Resurrección de Jesús no había hecho mella en su alma. Me dio gran compasión. Le dije lo que en aquel momento se me ocurrió, siendo mi deseo abrir en su alma algún resquicio para que la gracia de Dios la tocara. Pienso que también en esta tiempo de Pascua hemos de pedir al Señor por los que no creen, que les dé su gracia para poder hacer el acto de fe.

4.- Creer en Dios, en el Dios verdadero, no en el Dios que muchos se están forjando, acomodado a su manera de ser. El “dios” inventado por cada uno no es el Dios de la revelación, no es le Dios verdadero. Que el Señor nos dé su luz para no caer en la trampa de inventarnos dioses; fijarnos, sí, en la revelación. Allí lo encontraremos.

5. – La Resurrección fue alegría. Nos hace falta alegría para quitar el miedo, para vivir una vida serena, optimista, con empuje, entregada. Es una gran riqueza para nosotros la vida cristiana que nos ofrece la esperanza de la propia resurrección y dar testimonio de ello.

6.- La Resurrección fue para Jesús un cambio de vida; tanto que los suyos dudaban; no llegaban a reconocerlo. Pero los signos que Él les daba eran claros; les confirmaba en la verdad: la fracción del pan, el tono de su voz, las palabras que les dirigía. “Es el Maestro”, decían. --- Expresar nuestra fe y confianza en Él.

7.- El camino que lleva a Jesús resucitado es ser creyente de verdad, ser humano, ser cercano a nuestros semejantes. Buscar la felicidad de los demás. La vida de Jesús no podía quedar en el olvido. Su vida fue preciosa. Por eso hoy y siempre los cristianos meditamos, escribimos, predicamos su Pascua. La Resurrección de Jesús nos compromete a anunciar el Evangelio.

8.- No puedo entender pascua y egoísmo. He oído que en nuestros tiempos cada vez el hombre es más egoísta. Que esta “cualidad” innata en nosotros, cada vez está más desarrollada en las personas. Sin embargo la realidad es que cristianismo y egoísmo son incompatibles y que hemos de luchar más y más contra el egoísmo.

9.- Hacer un propósito por la mañana: “Voy a dedicarme a hacer hoy feliz a alguno...”; a todos con cuantos trate. Mostrarles mi distinción por ellos, mi amistad y delicadeza. Concretar con qué personas he de “desbordar” mi afecto y estima. Buen propósito pascual.

10.- Estamos en Pascua y en Mayo. Se juntan dos grandes amores: la Virgen María y Jesús, o mejor, Jesús y la Virgen María. Gozar con María en la resurrección de su Hijo. Su fe quedó del todo confirmada al verle a Jesús resucitado. Aunque nos dice poco el Evangelio de María, así lo vemos por deducción teológica. El gozo de María fue grande. Ella siempre esperó aun en su mayor dolor. Podemos estar seguros de ello. Por eso nos unimos a María. Pedimos en este día de reflexión a nuestra Madre el gozo de Jesús resucitado, que nos dé su alegría para poder testimoniar con mayor facilidad el Evangelio.

11.- Y adoramos a Jesús resucitado con amor, como María y con María. Reina del Cielo, alégrate y danos a nosotros de tu gozo para perseverar y difundir el Evangelio.
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