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LA DIVINA REVELACIÓN.
LO ESPECÍFICO DE NUESTRA REVELACIÓN CRISTIANA.
Este retiro puede parecer árido, pero en nosotros está darle vida, darle unción, gustar en él las cosas de Dios, nunca mejor dicho. Cuanto leamos o consideremos vamos a procurar llevarlo a nuestro corazón, rumiarlo, hacerlo objeto de oración viva.
1.- Está profundamente vinculada a la Historia: A los acontecimientos.
A los testigos, profetas, patriarcas.
Desemboca en la Encarnación.
A través de la Historia vamos palpando lentamente la revelación cristiana.
2.- El libro de la Revelación es la Biblia, la Sagrada Escritura. Este libro presenta hechos, personas e instituciones. Dios viene a través de todo esto: interviene, actúa y todo ello para llegar a nuestra salvación. ---- Admiro con emoción la transmisión de la revelación. Me encuentro a gusto inmerso en el plan de salvación.
3.- La revelación es un obrar divino, por esta acción se nos comunica el depósito de la fe, la doctrina sobre Dios. Es algo vertical: de Dios a los hombres.
4.- Dios interviene como en forma sacramental, por signos, por mediaciones, mediante:
- Acontecimientos.
- Personas elegidas.
- Mediante la Palabra.
Entre todos los acontecimientos es la palabra la que constituye mejor la estructura sacramental. Ejemplo: El éxodo de Israel de Egipto, sin Moisés y su palabra sería una simple emigración.
5.- Progreso de la revelación:
a) Por parte de Dios: promesa en primer lugar; después, cumplimiento de la promesa.
b) Por parte de Israel: atención meditativa y confiada.
c) Por nuestra parte: hemos de acercarnos al pueblo fiel de Israel. Recibir la revelación con atención meditativa y confiada. Como María, guardando con amor todas estas cosas en el corazón.
Lo que cuenta en la revelación es lo que Dios hizo, hace y hará. Israel considera la promesa y espera. Buscar en nosotros esta actitud. Buscar sobre todo vivir en consecuencia con la Revelación.
6.- Al final del tiempo de la promesa llega la Nueva Alianza, la Salvación universal. Quedará la aplicación de la salvación a cada persona, pero ahí está. Nos encontramos en marcha hacia el futuro. Si así nos vemos y nos consideramos se derrite de amor a Dios nuestro corazón y nos sentimos con un agradecimiento total. Nos hemos ido encaminando hacia la plenitud del tiempo de Cristo.
7.- El pueblo de Israel ante la revelación de la promesa, vivía en actitud meditativa y confiada en un verdadero adviento. El Pueblo de Dios, día a día bajo el influjo de los profetas consideraba la obra de Dios en la Historia. Y el tiempo actual constituía una espera vigilante y confiada al único Salvador.
8.- La Historia de la salvación desemboca en la Encarnación del Hijo de Dios. El Hijo asume la naturaleza humana. Con esto llega la plenitud de los tiempos. La Epifanía del Señor.
9.- Dios ha manifestado su bondad y su amor a los hombres. (2 Tim. 1-10). Al contemplar la Encarnación decimos esta frase con gozo y emoción. Cristo es el signo de Dios en el mundo, Dios mismo. Sacramento de Dios. La plenitud de la revelación.
10.- Consecuencias.
a) El mismo Dios que nos ama se revela y se nos da a nosotros. Nosotros contemplamos con gozo a este Dios que se nos manifiesta y se nos entrega hecho hombre.
b) El amor que nos tiene Jesús es el mismo amor de Dios.
c) Jesús es amado y es para todas las culturas. Las asume, las purifica de sus desviaciones, las eleva.
11.- Cristo ocupa en nuestra fe una posición absoluta y única. Es el centro. Es el manantial de una nueva vida de amor. Él nos ayuda a penetrar hasta la misma identidad divina.
12.- Al designio sabio de Dios le llamamos "Economía divina". El Padre toma la iniciativa. Todo bajo la dirección del Espíritu Santo. El Hijo hecho hombre, Jesucristo, culmina la revelación.
El Antiguo Testamento preparó todo por medio de los profetas. Se fue creando en el pueblo un ambiente, un clima de expectación y de aceptación. Y llegó Jesucristo , la plenitud, la fase central y de expansión. Su vida, su doctrina y sus milagros, su muerte y Resurrección fueron testimonio verdadero. Todo es bello, admirable, hermoso, digno de ser contemplado.
13.- La revelación fue del todo gratis; partió de la libre iniciativa de Dios. Con total libertad y gratuidad nos creó. Con total libertad y gratuidad nos redimió y nos salvó. Desea compartir su vida con el hombre. Y se manifiesta a él porque quiere.
a) Es en la Encarnación cuando asume la carne humana y se revela del todo y comienza la salvación. ¡Por libre iniciativa!
b) En la cruz revela su amor sin límites, lo da todo. A los ojos de los hombres es una locura. ¡Y es total amor!
c) Con lógica divina invita al hombre a la fe.
14.- Diálogo: Dios habla. El hombre contesta. Es una palabra, un verdadero diálogo de amistad. Dios habla por medio de su Hijo, el Verbo, la Palabra de Dios.
a) Invita a la comunión. El Hijo es la Palabra hecha carne para invitarnos a la respuesta, a una verdadera comunión.
b) Cristo, tres veces santo, se dirige en amistad a sus criaturas que se habían vuelto miserables por el pecado.
c) Cuando Cristo agotó todos los recursos de la palabra, su gesto fue entregar su vida en la cruz. Corazón abierto que manó sangre y agua.
d) el hombre pecador no puede abrirse por sí solo. Ha de dar respuesta movido por el Espíritu Santo. Ven, Espíritu Santo. Enséñanos a dar respuesta en este diálogo divino.
15.- Revelación de Dios, Revelación del hombre.
El hombre es para sí mismo un misterio que Dios cubre con amor y lo invita a la intimidad con las personas divinas. Este misterio del hombre se ilumina en el misterio el Verbo.
a) La revelación es luz del misterio divino que se proyecta sobre el hombre e ilumina sus tinieblas.
b) La grandeza del hombre proviene de esta llamada a compartir la vida de Dios. Es preciso saber apreciar, agradecer, contemplar, admirar.
c) El hombre, dejado a sí mismo, es odio y pecado, egoísmo y muerte, pero el Amor Absoluto se ha introducido en su vida. Por Cristo se nos da este don.
d) Todo es luz y amor. Cristo es una plenitud de amor. Aparece como amor puro y sin sombras.
e) La revelación da el verdadero sentido al hombre.
16.- Tensión suave. El mensaje hay que vivirlo, ya ha de estar tan vivo en nuestras almas como la primera vez que impactó en nuestro corazón.
- Ha de llegar a los hombres de todos los tiempos.
- Responder a sus preguntas.
- Reexpresarlo en todas las culturas.
- Sin contagiarlo con falsas doctrinas.
- Guardarlo en el fondo del corazón para que fructifique.
17.- Ahora, aquí, ya... todavía, no.
Dios no intentaba tanto comunicar una cantidad de verdades cuanto comunicarse a sí mismo por la Palabra. En Cristo Dios se ha comunicado por entero.
a) Ahora, ya, aquí, se manifiesta la justicia de Dios. Ahora se cumple la predicación del Evangelio. Ahora Cristo nos da la salvación. Ahora esperamos el regreso del esposo y su manifestación esplendorosa. Ahora Dios está en el mundo. Aquí es el anticipo de la vida eterna.
b) Todavía no, pero esperamos el retorno de Cristo. El futuro es cierto. Esperamos la manifestación histórica de Jesucristo al final de los tiempos. Entonces descubriremos con gozo y con asombro a Aquel que en la fe era ya compañero de camino.
18.- Jesucristo Alfa y Omega.
El punto de partida de toda consideración sobre la revelación y la salvación es Cristo. Él es el principio y el fin. Da a todas las cosas su sentido inequívoco.
19.- Cristo es la plenitud de la revelación y la interpretación auténtica de todas las formas de salvación: las anteriores, contemporáneas y posteriores a su venida.
a) Los hombres buscan como a tientas y presienten, pero en Él está la plenitud.
b) Las grandes religiones son como intentos de interpretación de la gracia de la salvación. Pero algo les falta. Sólo Cristo hace posible la inteligencia perfecta del Antiguo Testamento y las experiencias religiosas de la humanidad. El Verbo ilumina de forma diferente las diversas religiones.
20.- Revelación y experiencia.
Para algunos teólogos la revelación es "una experiencia religiosa que debe poder repetirse y continuarse como revelación actual y experiencia individual" en todos los hombres. Dios se manifiesta y se entrega. Nosotros lo acogemos mediante la fe y de ahí viene nuestra experiencia. Atención, tomar esta explicación no como los protestantes, sino en sentido católico. La fuente de la revelación, la autoconciencia de Jesús como Hijo del Padre.
Los profetas gozan de una experiencia privilegiada, captan que Dios es el autor de la luz recibida y de la verdad que describe.
21.- Un escándalo.
a) Escandaloso, transmitir la revelación quien no la vive, quien se ha estabilizado en el pecado mortal, quien no procura ser consecuente con su fe.
b) Escándalo vivir en la tibieza y sin corresponder de alguna manera a la sobreabundancia de amor de Dios.
No cabe más respuesta a quien ha de comunicar la salvación que ésta: "Nosotros hemos conocido el amor que el Señor nos tiene y hemos creído" (1 Jn. 4,16 y así transmitir esa fe que nos enamora.
22.- Revelación y Trinidad
La revelación es obra del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Es obra de la Santísima Trinidad.
- Al Padre corresponde la iniciativa de la revelación.
- El Padre envía al Hijo como revelador.
- El Padre da testimonio del Hijo en su misión reveladora.
- El Padre atrae a los hombres hacia el Hijo.
- El Hijo es la Palabra eterna del Padre.
- El Hijo lo recibe todo el Padre.
- El Hijo es y propone la Palabra de Dios.
- El Hijo hace conocer al Espíritu Santo que inspira.
- El Espíritu Santo aplica e interpreta la Palabra a los fieles.
- El Espíritu Santo responde a las sugerencias de cada época.
23.- Conclusiones
a) La revelación Señor una realidad sin igual: está muy metida dentro de la Historia; tiene estructura sacramental; se centra del todo en Cristo y en la Encarnación. Es diálogo de amor. Es como una inmensa galaxia cuyo centro es Cristo, el Verbo hecho carne.
b) La comunicación de la revelación pertenece al orden del testimonio . como Cristo lo dio. "Empezó a obrar y a enseñar". Exige la revelación un silo de vida y la proclamación del Evangelio. El que proclama es testigo. En el oyente actúa el Espíritu Santo a fin de que pueda formular su acto de fe.
c) la revelación es para hoy, para los hombres de hoy, porque hoy también viene la salvación. Hoy llega el tiempo de la conversión.
d) Dios dirige la Historia. A veces - oprimidos - sentimos el silencio de Dios, pero Él nos ayuda a mirar con fe su revelación.
e) Todas las cosas tienen su sentido en el contexto de la revelación. A quienes caminan en tinieblas Cristo les responde: "Yo soy la Resurrección y la vida. Quien cree en mí aunque hubiese muerto vivirá". Yo soy.
24.- Final
La revelación afecta a la subjetividad del hombre, la eleva y la transforma. El hombre es atraído por la Buena Nueva del Evangelio. Esta atracción nos lleva a la fe. Es una inspiración o una iluminación del Espíritu Santo. Nos invita a creer. Su gracia nos mueve, excita, llena y previene.
José María Lorenzo Amelibia
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