Practica el retiro mensual Retiro  julio 2021  Tema: Gracia y libertad

Retiro del mes de Julio 2021

Ofrezco este retiro del mes de julio. Se puede realizar en particular durante una mañana o una tarde. También puede servir a sacerdotes para ofrecerlo a algún grupo de personas. Puede ser muy fructuoso para el alma.

Retiro julio 2021  Tema: Gracia y libertad

gracia 3

Ante todo ponernos muy detenidamente en la presencia de Dios. Recogimiento. Dedicar unos minutos a ello. Guardar bien la atención.

Tema Gracia y libertad

  1. 1.- Existe siempre el peligro de concebir la vida cristiana como la resultante de dos fuerzas distintas, la gracia divina y la libertad humana: cuando al impulso de la gracia se añade la energía de la voluntad libre del hombre, es cuando nace la obra buena, meritoria de vida eterna. Pero no es ésta la verdad, pues en realidad es la fuerza de Dios la que causa siempre toda la fuerza del hombre para el bien. Dios, que da continuamente a todas las criaturas el ser y el obrar, da al hombre no sólo el ser libre y el querer algo bueno, sino también el poder hacerlo y el acto en que lo realiza.
  2. Esta verdad hemos de asimilarla y entenderla bien, porque puede también existir el peligro de no querer hacer nada, de quietismo, o por el contrario el voluntarismo, apenas considerar la fuerza de la gracia. Pensarlo bien.

  3. 2.- En efecto, "es Dios el que obra en nosotros el querer y el obrar según su beneplácito" (Flp 2,13). Es decir, el hombre se mueve a la obra buena cuando asiente a Dios que le mueve a ella. Pero "el que seamos obedientes y humildes [a la gracia] es don de la gracia misma", como declaró el II concilio de Orange contra los semipelagianos (a.529: Dz 377). Y por eso hemos de decir que "cuantas veces obramos bien, Dios obra en nosotros y con nosotros para que obremos" (a.529: Dz 379). Algunas explicaciones teológicas nos podrán ayudar un tanto a penetrar este misterio.

  4. Dios causa todo el bien del hombre. El es la causa universal que mueve a todas las criaturas. "Dios es propiamente en todas las cosas la causa del ser mismo en cuanto tal, que es en ellas lo más íntimo de todo; y por tanto Dios obra en lo más íntimo de todas las cosas" (STh I,105,5). San Ignacio dice esto mismo cuando contempla a Dios en las criaturas, "en los elementos dando el ser, en las plantas vegetando, en los animales sintiendo, en los hombres dando entendimiento" La gracia de Dios es eficaz por sí misma, es decir, intrínsecamente, de tal modo que su eficacia no viene causada extrínsecamente por el acto de la voluntad humana que consiente a ella. Detenernos unos minutos para suplicar la gracia de Dios, para que nos mueva, para que dé gracia abundante a nuestros compañeros, a las personas sobre todo que son líderes religiosos.

  5. El hombre causa realmente sus obras. Por eso "si alguno dijere que el libre albedrío del hombre, movido y excitado por Dios, no coopera en nada asintiendo a Dios que le excita y llama para que se disponga para obtener la gracia de la justificación [o para hacer una buena obra], y que no puede disentir, si quiere, sino que, como un ser inánime, nada absolutamente hace y se comporta de modo meramente pasivo, sea anatema" (Trento 1547: Dz 1554). El hombre, bajo la acción de la gracia, es causa libre de su propia obra. El hecho de que no sea causa primera de lo que obra no significa que no obre, es decir, que no sea causa. Efectivamente, los hombres somos causas reales de cuanto obramos, pero siempre causas segundas.

  6. La acción humana es libre. Cuando Dios da al hombre la libertad y la energía para ejercitarla bien, no está destruyendo en el hombre la libertad, sino que la está produciendo. "El libre albedrío es causa de su propio movimiento, pues el hombre se mueve a sí mismo a obrar por su libre albedrío. Ahora bien, la libertad no requiere necesariamente que el sujeto libre sea la primera causa de sí mismo; como tampoco se requiere, para que una cosa sea causa de otra, el que sea su primera causa. Dios es la causa primera que mueve, tanto a las causas naturales como a las voluntarias. Y de igual manera que al mover a las causas naturales no impide que sus actos sean naturales, así al mover a las voluntarias tampoco impide que sus acciones sean voluntarias [esto es, libres], sino más bien hace que lo sean, puesto que obra en cada cosa según su propio modo de ser" (I,83,1 ad 3m).

  7. No hay, pues, contraposición alguna entre gracia y libertad. Más bien hay que decir con San Agustín que "la voluntad será tanto más libre cuanto más sana, y tanto más sana cuanto más sujeta a la misericordia y a la gracia de Dios" (ML 33,676). En el culmen de la perfección, "el hombre es libérrimo cuando únicamente Dios domina en él" (32,1320). Por eso sólo la Virgen María, por ser la Llena de gracia, es perfectamente libre. Y así, como ella, hemos de ser nosotros "libres del pecado y esclavos de Dios" (Rm 6,22). 

  8. El hombre es causa única del mal moral. Como dice Trento, puede no asentir a la gracia, "puede disentir, si quiere" (Dz 1554). Así pues, toda eficiencia de bien la causa el hombre con Dios, pero toda deficiencia de mal es causada sólo por la voluntad culpable del hombre, sin Dios. Todo el bien que hacemos lo realizamos los hombres bajo la moción de Dios, y lo único que podemos hacer solos, sin la asistencia divina, es el mal, es decir, el pecado. Y esta resistencia a la acción divina, por supuesto, sólo podemos hacerla en la medida en que Dios lo permite para conseguir bienes mayores. Por otra parte, mientras que en las criaturas irracionales el defecto de naturaleza ocurre las menos veces, en la especie humana el mal de culpa es lo más frecuente, ya que son más los que siguen las inclinaciones sensitivas que los que se guían por la razón (STh I,49, 3 ad 5m; 63,9 ad 1m; I-II, 71,2 ad 3m). 

  9. Conviene ahora tomar una cuartilla, un blog de notas, el mismo ordenador en algún sitio e ir anotando un poco el resumen de lo expresado aquí. Detenerse para afianzar criterios. Pedirle fuerza al Señor, invocar la Virgen María, saber equilibrar el esfuerzo propio que no debe faltar con la gracia de Dios que hemos de suplicar y más en el día de retiro.

Nota: Viene bien con ocasión del retiro mensual dedicar un buen rato al examen práctico. Es decir, algunos puntos muy concretos sobre vida interior. Ofrezco aquí tres cuestionarios que pueden ayudar.

Examen práctico

- ¿Tienes deseo constante de llegar a la santidad?

- ¿Si no es constante, lo fomentas?

- ¿Consideras la santidad como el supremo bien de este mundo?

- ¿Fomentas la humildad en tu oración como camino de santidad? - ¿Confías en la gracia de Dios y orientas tu deseo de santidad para su mayor gloria?

- ¿Confías en el Señor cuando ves dificultades en tu vida

interior?

- ¿El deseo de perfección es uno más para ti? ¿Es el deseo

principal? ¿Es el deseo único?

- ¿Si echas la vista hacia atrás, es tu deseo de perfección

mayor o menor que hace uno, dos tres años...?

- ¿Se trata de un "quisiera ser mejor" o de un "quiero"?

- ¿Pides en tu oración ayuda para ser santo?

- ¿Recuerdas cada día después de comulgar tu compromiso con el Señor de ser santo?

- ¿Meditas con frecuencia en los motivos que tienes para ser santo?

- ¿Luchas contra la tibieza y la rutina en tu vida y prácticas de piedad?

- ¿Llevas dirección espiritual o control espiritual con una persona que también viva con empeño su santificación?

José  María Lorenzo Amelibia Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/

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