En España, en el año 92 se daba una estadística del 26% de ateos, indiferentes. Muchos de ellos dotados de una honradez natural. Por otra parte existen muchos creyentes más egoístas y pecadores que gran parte de los hombres ateos.
Esta realidad debe estimular nuestro fervor. ¿No te parece?
Que al menos quienes hemos recibido tantas gracias de Dios no tengamos más ilusión que servir a Dios en nuestros prójimos, y alabar al Señor en nuestra oración. Nosotros, los millonarios en la gracia, no tenemos derecho a quedarnos indiferentes, a cruzarnos de brazos, a hacer un ligero comentario de esta situación. El amor de Dios nos urge. Orar. Pedirle a Dios y El nos dará su luz y su fuerza para actuar.
Ver http://personales.jet.es/mistica