Estas meditaciones hazlas sin ansia de pasar adelante. Normalmente cada punto breve está separado por el signo . . .- Es una señal discrecional de parada. Cuando piensas que te has agotado en afectos, discursos o contemplación pasa al punto siguiente. Lo mismo haz si no te dice nada la frase leída. Siempre has de comenzar la oración cortando con suavidad los pensamientos ajenos, y centrándote en el Señor. Al finalizar termina siempre con un coloquio con la Virgen María y con Jesús, su Hijo, Dios y hombre verdadero.

1.- Estoy delante del Señor. Reclama mi libertad; despierta mi confianza; me invita a la adhesión con Él.
2.- No basta con vivir unidos a Cristo; es preciso guardar entre nosotros la unidad del Espíritu y el amor.

3.- "¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu Santo mora en vosotros?".
4.- El objeto de nuestra vida es entrar con gran humildad en el pensamiento de Dios.
5.- Conocer y honrar a Dios en su Unidad y en su Trinidad.


José María Lorenzo Amelibia
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