El ejercicio es sano

Enfermos y debilidad

El ejercicio es sano

 Cada vez nos aseguran con mayor frecuencia que el buen estado de salud depende en gran parte de nosotros mismos. Es un deber de todos cuidarnos y no dejarnos llevar de malos hábitos que nos puedan perjudicar. Y dentro de todas las normas higiénicas nos aconsejan como una de las principales el ejercicio físico.

ej

Ejercicio sano

 La inactividad física es un factor de riesgo de muchas enfermedades crónicas: cardiovasculares, diabetes, artritis, osteoporosis… El sedentarismo también puede acarrearnos estrés, depresiones, tendencia a la obsesión… y aumenta enormemente el gasto sanitario. Según las últimas estadísticas se afirma que son crecientes los cuidados médicos a causa de la mala costumbre de moverse poco. Y sobre todo, entre la población de edad avanzada, se dispara el gasto por esta causa de inmovilismo físico.

 La Organización Mundial de la Salud vincula la actividad física regular con la salud mental, física e incluso social. Cuando practicamos ejercicio, desaparece el mal humor y las penas se reducen; parece que nos llenamos de optimismo. El día que, por inclemencias del tiempo, pereza u ocupaciones excesivas de oficina, no nos movemos, nos sentimos mal. Nos falta oxígeno en la sangre que nos dé vitalidad. Roy J. Shephard es un pionero en la investigación sanitaria de la actividad física. Afirma después de mucho estudio, y sin temor a equivocarse, que la educación para la salud en el ejercicio físico, supondría en geriatría un ahorro de al menos el treinta por ciento en los presupuestos. Es necesario organizar algo para ayudar a practicar deporte, paseo, gimnasia, movimiento a todos los niveles. Me llena de extrañeza comprobar que en nuestro país el 65% de la población mayor de 16 años se declara sedentaria. Algo hay que hacer. Hemos de mentalizarnos por nuestra propia conveniencia.

 Pero el entrenamiento a que nos referimos no es sólo para la salud del cuerpo, ni siquiera para el bienestar psicológico. A causa del olvido de otro tipo de ejercicio existe mucho malestar social, disgusto personal y aflicciones innecesarias. Me refiero a la actividad cristiana de la oración. Algo demasiado olvidado pero muy necesario. No se trata de rezar y rezar, no nos referimos a ese recitado de oraciones que a veces consiste en mascullar palabras pensando en Babia. Es de todo punto necesario para nuestra salud total, orar más y mejor. Fijar nuestra atención en Dios para pedirle sin rutina, para adorarle, para amarle. ¡Cuándo nos convenceremos de esto! ¡Cuándo nos vamos a decidir a consagrar todos los días a Dios un buen rato!: diez minutos como mínimo, un cuarto de hora de oración con atención plena. Dile al cura de tu parroquia que te aconseje algún libro sencillo, como la “Imitación de Cristo” de Kempis.

 Pienso que, si recomendamos el ejercicio físico, con la misma intensidad o más, hemos de exhortar al el ejercicio espiritual del alma hacia Dios.

José María Lorenzo Amelibia                                        

Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com

 Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/

  Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari  Lorenzo Amelibia  Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

Volver arriba