La ciencia del amor
Dices que la ciencia del amor es la ciencia de la humildad. Yo diría que la ciencia del amor comienza con la humildad. No podemos amar a Dios de veras si no nos sentimos como siervos inútiles. Nosotros, digo mi esposa y yo, procuramos seguir ese camino de la vida espiritual, porque nos llena de calor y de ilusión. Ya vamos entrando en años; es una época para la seria reflexión y para enfocar nuestra vida hacia Arriba, donde están los verdaderos bienes que anhelamos.
Los amigos de Madrid
Pasando hacia adelante te digo que los amigos de Madrid, un pequeño grupo de doce, nos reunimos todos los meses en el Instituto de Pío X que nos acoge con mucha caridad. Antes teníamos las reuniones los sábados; ahora las hemos dejado para el domingo. Charlamos de nuestras cosas y celebramos la Eucaristía, turnando la presidencia del acto entre todos los amigos. (Dos párrafos de las cartas de Francisco Mantecón, secretario que fue de Asce durante más de veinte años. Nos dejó porque el Señor le llamó).
Ver página en internet http://personales.jet.es/mistica