Importante: Estas meditaciones hazlas sin ansia de pasar adelante. Normalmente cada punto breve está separado por el signo . El signo .- es una señal discrecional de parada. Cuando piensas que te has agotado en afectos, discursos o contemplación pasa al punto siguiente. Lo mismo haz si no te dice nada la frase leída. Siempre has de comenzar la oración cortando con suavidad los pensamientos ajenos, y centrándote en el Señor. Al finalizar termina siempre con un coloquio con la Virgen María y con Jesús, su Hijo, Dios y hombre verdadero.

1.- Imagino que estoy junto a la Virgen María contemplando la Eucaristía. Canto interiormente y varias veces: "Adoremos por toda la eternidad al Santísimo Sacramento".

2.- "Adoremos a Cristo nuestro Rey, que a cuantos le comen les da la sustancia de su Espíritu".

3.- Digo con el beato don Manuel González: "Las alma eucarísticas nunca dejan a Jesús". Yo no quiero dejarte. "Ábreme ya la puerta, quiero morar contigo".

4.- Estoy en tu presencia, Señor: Quiero tratar contigo viendo, oyendo, amando.

5.- Aprecio y agradezco como el mejor regalo: más que los montes y playas, más que el dinero, más que mi misma vida, tu presencia a diario en el Sagrario. Mantén mi alma siempre en esta fe santa, en esta seguridad plena, como en tus grandes santos.

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