A muchos gusta ser el centro de la creación; pienso en políticos, mandanchines, en los que viven siempre con ansia de poder. Pero esto decía Falkson Jock: “A los 20 años nos preocupa lo que los demás piensen de nosotros. A los cuarenta, ya no nos importa. A los 60 descubrimos que los demás no han pensado en nosotros en absoluto”. Así es la vida. Que nadie se crea el ombligo del mundo.
¿Eres egocentrista? ¿Te gusta compadecerte? Mira lo que dice Fenwick: “Jamás incurras en el pecado de la autocompasión: el más destructivo de los sentimientos. ¡Es terrible verse atrapado en la jaula del propio yo!”