Este viaje del Papa Benedicto XVI, invitado por la Reina Isabel II, ha sido un magnifico hecho eclesiástico histórico, con reconciliación desde la separación de la Iglesia por Enrique VIII, donde el Papa y el Arzobispo de Canterbury se han dado el abrazo de la Paz en la Abadía de ...,
- ojalá no me equivoque - que será la palanca que saque de la inercia y la incoherencia en la que la vida de los sacerdotes tiene que ser vivida, no como la quieren los jerarcas sino como la quiere Dios.
Y digo que el viaje a Inglaterra y Escocia traerá, aperturas nuevas, no porque lo vaya a "decir" Inglaterra, sino porque caerá por su peso, al hablar incluso con las demás Iglesias y religiones.
La Cruz del sacerdocio no se puede imponer cuando llega el tiempo, como tortura, hay que dejar llevarla a los sacerdotes con alegría, porque ellos no se van, solo piden casarse. Como su madre y su padre, como los padres de los que no quieren abrir la mano, una mano que no es de caridad.
El Papa Benedicto XVI, que ha hecho un viaje de más mérito que si hubiera escalado el Himalaya, tiene la Palabra. Celibato opcional sin dejar de ser sacerdotes dentro de la Casa del Padre.
Gaviota