Nos aconseja San Francisco de Sales a todos hacer al menos una vez en la vida un retiro para examinar un poco a fondo la realidad de la bondad divina. En este retiro, purgar bien el alma de todo pecado y hacer una resolución íntima de vivir enteramente para Dios.
Complemento de esto sería el retiro anual: con examen de conciencia profundo y renovación de ese propósito principal: vivir enteramente para Dios. Para concretar y ayudar a esta determinación, convendría formular al año otro propósito de ayuda: mortificación, presencia de Dios... Uno sólo cada año.
Y da mucha importancia al ofrecimiento de obras diario. Que no sea rutinario.
Nos encontramos delante del Señor. Un año más, amigos en la fe, amigos en una amistad natural y del espíritu. Antes de comenzar este retiro, nos ponemos en la presencia de Dios vivo, Padre nuestro, nuestro amor. Queremos comenzar estos días ya con el fervor total; sin pereza. - Afirmamos delante de Ti, que es nuestro deseo no cometer por nada del mundo un pecado mortal.
Cuando al Padre Nieto le pidieron en los ejercicios de órdenes un consejo para toda la vida de sacerdocio, les dijo: "Haced un propósito firme de no cometer jamás un pecado mortal."
Los seminaristas, que se encontraban en unos momentos de fervor extraordinario, le dijeron: - "Padre, piensa que nosotros..." Entonces el P. Nieto les dijo: - No penséis que es poco pedir esto. Os lo repito. Tomad una decisión inquebrantable de por nada del mundo cometer un sólo pecado mortal.
Nosotros, Señor, queremos vivir decididos totalmente a mantener nuestra alma en gracia.
- Queremos consagrar nuestra alma, nuestro cuerpo, nuestro corazón entero al amor y servicio de Dios. Hágase, Señor, tu voluntad. Hasta el fin de nuestros días. Te pedimos capacidad de iniciativa para ello. Y amor, mucho amor a ti. Como el que tuvieron los santos.
- Queremos que, si caemos en alguna acción mala, aunque sea leve, levantarnos en seguida. Y no estar así días y días en la tibieza.
- Tú, Señor, nos ha ido alimentando durante toda nuestra vida con el mejor alimento: Tu cuerpo, tu Sangre, tu amor. En todos los momentos de nuestra vida nos sigues. Todo son lazos que nos echas para que te sirvamos. Estamos locos de contento. Gracias, Señor, no nos sentimos dignos.
- Nos desborda de alegría el tener deseo de amarte más. ¡Danos la posibilidad de amarte! ¡Danos el gusto de la oración!
- Nos llena de gozo el poderte hablar en la oración. Señor, enséñanos a orar.
- Te agradecemos que las pasiones vayan amortiguando en nosotros su virulencia. Ahora que nuestra casa se está sosegando, ayúdanos a ir a ti. San Juan de la Cruz a nuestra edad ya no vivía. Y aprovechó muy mucho el momento en que su casa estaba del todo en sosiego.
- Ayúdanos estos días a examinar nuestro adelantamiento o retroceso con relación al año anterior. Que el tiempo pasa y nuestra meta se va acercando.
- Este año nos vamos a fijar el propósito firme de acostarnos antes y levantarnos más temprano para encontrarnos junto a Ti cuando despunte el día.
- Nuestra vida interior la vamos a tomar totalmente en serio, porque así estaremos más junto a Ti, y brotará a la fuerza de nuestra alma hacer el bien.
- Queremos que arraigue en nuestras almas de tal manera la resolución de servirte y de seguirte que, ni la vanidad, ni los halagos, ni el amor a la propia vida logren hacernos desistir de nuestro propósito.
- A cambio de todo, sólo te pedimos que nos des más posibilidad de amarte.
José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: jmla@jet.es
Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Ver página web: http://web.jet.es/mistica