La verdadera reparación. Puntos de contemplación. 28-8-19

1.- Deseo, Señor, consagrarme a Ti; deseo ese cambio de corazones que algunos santos querían.

2.- Ven en mi ayuda; quiero vivir y morir contigo, en amor, en consagración más plena.

3.- Enséñame a practicar la verdadera reparación: contrición perfecta de mis pecados, amor puro a mis semejantes, rechazo del pecado propio y del de mi prójimo, amor, mucho amor Ti, mi Dios que tanto nos has amado y tan sólo has recibido ingratitud e injurias.

4.- Deseo cooperar en la obra de la redención; ayúdame a ello en todo momento, porque he esperado en tu misericordia y amor. Acepto las alegrías, las aflicciones, todo cuanto quieras enviarme.

5.- Ahora rezo despacio el Padre Nuestro y repito varias veces: Corazón de mi amable Salvador; haz que arda y crezca siempre en mí tu amor.

José María Lorenzo Amelibia
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