Hoy, Día Mundial contra la Trata de personas, "una plaga" en palabras del Papa Explotación laboral, sexual, comercio de órganos, delincuencia forzosa... seres humanos esclavos

(Jesús Bastante/AyO).- Son millones en todo el mundo. Niños y niñas abandonados, hombres y mujeres esclavizados, víctimas de la prostitución, de jornadas laborales de sol a sol. Son los esclavos del siglo XXI, el de las libertades. Hoy, Día Mundial contra la Trata de personas, "una plaga", como ayer la definió el Papa Francisco.

En sus palabras tras el rezo del Angelus, el Pontífice denunció esta lacra, que "reduce a la esclavitud a muchos hombres, mujeres y niños con la finalidad de la explotación laboral y sexual, del comercio de órganos, de la mendicidad y de la delincuencia forzada".

Según las cifras de la Organización Internacional del Trabajo, casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso. A ello hay que sumarle las víctimas para la explotación laboral y sexual. A pesar de no tener datos exactos sobre cuántas de estas últimas fueron objeto de trata, la cifra implica que en la actualidad hay millones de víctimas en el mundo.

No se trata de una realidad ajena a nuestras fronteras. De hecho, muchos clubes de alterne nutren sus denigrantes 'canteras' de mujeres secuestradas o engañadas, que han de vivir durante años encerradas, en jornadas maratonianas de sexo pagado (y cobrado) por otros, a cuenta de una deuda que jamás existió, o de amenazas a tus familias.


Las rutas migratorias también son utilizadas con frecuencia "por los traficantes y explotadores para reclutar nuevas víctimas de la trata", denuncia Francisco. El destino de muchas de ellas es Europa. Y sí, también nuestro país.

Ante este Día Mundial contra la Trata, expertos de la ONU recuerdan que los migrantes y los refugiados son personas vulnerables que necesitan ser protegidas y sus derechos humanos deben ser salvaguardados, tarea que compete a los Estados.

La relatora especial contra el tráfico de personas, Maria Grazia Giammarinaro, señala en una declaración que "los Estados alrededor del mundo deben actuar para mejorar sus esfuerzos en prevenir y combatir" este flagelo, "asegurando que las víctimas y potenciales víctimas son consideradas y tratadas como titulares de derechos humanos".

Muchas personas víctimas de los traficantes "son migrantes, incluidos refugiados y solicitantes de asilo, que han decidido abandonar su país por diversas razones, como por ejemplo conflictos, desastres naturales, persecución o pobreza extrema. Han dejado atrás su red de protección social y son particularmente vulnerables al tráfico y la explotación", destaca Giammarinaro.

La experta señala que existe actualmente "una atmósfera política antinmigración envenenada", en la que "a menudo los migrantes son descritos como una amenaza, cuando en realidad contribuyen a la prosperidad de los países de acogida en los que viven y trabajan".

En este contexto, el discurso contra la trata a menudo se usa indebidamente para justificar políticas de migración restrictivas y acciones que llevan a un retroceso: "Denunciar los enfoques xenófobos y racistas, así como la violencia, el odio y la discriminación, es un deber moral que está en el poder de todos", asegura la relatora.

No solo son los migrantes y refugiados el blanco de tales discursos, los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil son «criminalizados y aislados» por su solidaridad con las víctimas. "Cualquier intento de deslegitimar su trabajo humanitario es inaceptable", asegura la experta.

El delito de la trata es una gran violación de los derechos humanos. Por ese motivo, Giammarinaro recuerda que "los Estados tienen la obligación de prevenirla" y señala que bajo el recientemente acordado Pacto Mundial sobre la Migración, estos deben establecer procedimientos apropiados y dar soluciones a la medida para prevenirlo. "En el Día mundial contra la trata de personas, mi mensaje es que, incluso en tiempos difíciles, la inclusión es la inclusión, no la exclusión", concluye Gianmmarinaro.

Por su parte, el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Yury Fedotov, señala en otro comunicado que este día destaca "la necesidad urgente de intensificar las respuestas al tráfico de niños y jóvenes".

"La protección de los más vulnerables se ha vuelto cada vez más importante, ya que las crisis humanitarias y los conflictos armados han dejado a los niños y jóvenes en mayor riesgo de ser víctimas de trata. Los peligros se complican aún más cuando los niños y jóvenes están en movimiento, a menudo separados de sus familias", asegura.

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