Dignos seguidores de Gandhi
Por Jorge Pérez Uribe
“El autosacrificio de un inocente es un millón de veces más poderoso que el sacrificio de un millón de hombres que mueren matando a otros. El sacrificio voluntario del inocente es la más poderosa réplica a la tiranía insolente”
Mahatma Gandhi
El 23 de febrero de 2010, tras una huelga de hambre de 86 días, muere en La Habana Orlando Zapata Tamayo, albañil y fontanero cubano vinculado a la disidencia política. Fue miembro del Movimiento Alternativa Republicana, y del Consejo Nacional de Resistencia Civil.
Fue detenido el 6 de diciembre de 2002 por agentes del Departamento de la Seguridad del Estado (DSE), acusado de desacato, por lo que fue encarcelado durante más de tres meses. El 20 de marzo de 2003, 13 días después de ser liberado, fue arrestado por segunda vez durante la represión de la Primavera Negra, que llevó a 75 disidentes a la cárcel, entre los que también se encontraban Raúl Rivero y Martha Beatriz Roque, y enviado a la prisión Kilo 8 de Camagüey.
En el momento de su detención, estaba participando en una huelga de hambre organizada por la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, que tendría lugar en la casa de Martha Beatriz Roque Cabello. Esta huelga obedecía a la petición de liberación de varios compañeros. Fue acusado de desacato, desorden público y desobediencia civil, y condenado a 36 años de prisión después de varios procesos judiciales. Amnistía Internacional lo reconoció como un prisionero de conciencia
Aunque el gobierno castrista lo tachó de delincuente común y de haber emprendido la huelga de hambre para conseguir comodidades en su celda; la verdad trascendió las fronteras y el Parlamento Europeo, la Unión Europea, el gobierno de Chile, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, -entre otros organismos-, condenaron la actuación del gobierno cubano.
Para empeorar la situación, el periodista y sicólogo Guillermo Fariñas, también preso, inició al día siguiente de la muerte de Zapata, una huelga de hambre que se prolongaría por 135 días y se suspendería, tras la negociación que el Cardenal Jaime Ortega emprendió con el gobierno de Raúl Castro para liberar a los 52 prisioneros del grupo de 75 que aún, permanecen en prisión.
Mulato y extremadamente delgado, Coco, como se apoda, es uno de los más beligerantes activistas de la oposición cubana, conocido por sus huelgas de hambre, 23 desde 1995, según datos de la oposición.
Ex militar de tropas de elite, herido en la guerra de Angola en los años 80 y militante de la Unión de Jóvenes Comunistas, Fariñas fue un partidario radical de Castro hasta los 90, cuando se distanció hasta llegar a la disidencia.
Durante su huelga de hambre, en la que tuvo varias crisis de salud, el opositor fue acusado públicamente por las autoridades cubanas de ser un "agente de Estados Unidos", "contrarrevolucionario" y antisocial "violento".
Sus declaraciones del día de ayer a la Radio Nacional de España (1), nos muestran que está inmerso en la no violencia predicada por Jesucristo y posteriormente por Gandhi:
“Queremos que esto sea como, por ejemplo; cuando en España terminó la dictadura del Generalísimo Franco, sin que hubiera derramamiento de sangre”.
“Es importante que apren-damos a perdonar y disculpar a quien ahora nos reprime”.
Fariñas resaltó, que levantó su huelga de hambre para “desatar las manos” de quienes están negociando con el gobierno cubano (Iglesia Católica).
Fariñas sigue grave y en peligro potencial de muerte, en tanto no desaparezca un coágulo que tiene en la yugular.
Digna de admiración es la actitud de de los presos muy enfermos que desean viajar a España para recibir tratamiento médico y luego regresar a Cuba
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1. Periódico Reforma, sábado 10 de julio de 2010, pág. 17