Nombramientos episcopales en México: Mons. Armando Colín, obispo de Puerto Escondido; padres Enrique Samaniego y Salvador González, auxiliares del cardenal Aguiar Retes
Guillermo Gazanini Espinoza / La Conferencia del Episcopado Mexicano da a conocer nuevos nombramientos que particularmente tocan a la Arquidiócesis de México con la designación de obispos auxiliares, el traslado de algunos y la renuncia de otros que van configurando la nueva composición de la Iglesia de la capital del país.
Nombramiento del obispo de Puerto Escondido
Mons. Florencio Armando Colín Cruz, a la fecha auxiliar de la I Vicaría, es nombrado III obispo de Puerto Escondido, diócesis creada en 2003. El nuevo obispo nació en el Estado de México en octubre de 1950 y fue ordenado en 1982 por la imposición de manos del cardenal Ernesto Corripio Ahumada. Especialista en arqueología paleocristiana y disciplinas bíblicas, Mons. Colín Cruz conjugó su formación bíblica con la enseñanza y formación en el Seminario Conciliar de México del cual fue vicerrector desde 1992. Posteriormente fue designado párroco de Capuchinas, en el complejo de Basílica de Guadalupe, en 1996 y canónigo de ese mismo santuario mariano hasta que en 2008 fue elevado a la dignidad episcopal para ser auxiliar de la arquidiócesis de México. Armando Colín Cruz sucede a Mons. Pedro Vázquez Villalobos quien es arzobispo de Oaxaca desde febrero de 2018.
Obispos auxiliares para la arquidiócesis de México
Su experiencia pastoral ha pasado por diversos cargos en el gobierno de esa arquidiócesis además de la atención a empresarios y políticos del Estado de México, en los municipios de esa demarcación y Samaniego, además, tuvo la encomienda de ser el apoderado legal de la arquidiócesis. Llega a la dignidad episcopal para ser de los auxiliares del cardenal Aguiar Retes en la arquidiócesis primada de México.
Desde este blog, deseamos al nuevo obispo de Puerto Escondido y a los nuevos auxiliares de la arquidiócesis de México un fecundo ministerio episcopal. Que su testimonio sea para el anuncio de la Buena Noticia, de la presencia del resucitado para dar vida y esperanza a los fieles que Dios les ha encomendado, para ser celesos obispos para apacentar al rebaño a la manera del Buen Pastor, Jesucristo. Enhorabuena.