19 de enero de 2016
Querido Mario:
Esta "carta" es sólo una muestra de mi cariño y mi deseo de que estés cada día mejor y con más ánimo para superarte y dar todo de ti, que es mucho. Me preocupa que caigas con frecuencia en el desánimo, ¡con tantas cualidades geniales que tienes en todos los sentidos! No puede ser. Vas a comenzar una etapa nueva para superar todo eso y sentirte un chico renovado en todos los sentidos. Yo te voy a sugerir algunas cuestiones metodológicas que pueden ayudarte a vencer esa sensación de ahogo y estrés que, a veces, sientes.
Te doy algunas pistas que pueden ayudarte:
1) No tengas prisa en hacer las cosas, Mi médico me dice “una cosa después de la otra, nunca dos cosas a la vez” Es un consejo muy sabio. Síguelo.
2) No le des demasiadas vueltas a tus ideas; sólo son ideas, apárcalas cuando vengan, si son negativas, y haz otra cosa.
3) No te fijes sólo en lo negativo de la vida. “¿Dónde va la lengua? -decía un refrán medieval- y respondía: a la muela picada” Descubre esa otra dimensión positiva y hermosa que la vida nos depara.
4) Haz con frecuencia ejercicios de relajación y aprende a respirar bien. No se respira con el diafragma sino con el vientre que tiene más capacidad para almacenar aire. Túmbate y haz ejercicio antes de dormir con una mano sobre el pecho, que no debes mover, sólo inspirar por la nariz, llenar el vientre, y expulsar lentamente por la boca. Si lo haces con frecuencia durante un periodo, terminarás respirando bien. Los niños cuando nacen respiran con el vientre, no con el pecho. ¿Te has fijado alguna vez? Eso es lo natural.
5) Las prisas siempre generan estrés y ansiedad. Haz las cosas con mucho tiempo de antelación: Procura no dejar nada para última hora. “Lo que puedas hacer hoy no lo dejes para mañana”, dice el sabio refrán.
6) La ansiedad es algo normal en el ser humano; es una defensa que tenemos. Cuando te llegue no te alarmes. Es normal que aparezca a veces. Aprende a aceptarla y a dosificarla. No pasa nada por estar nervioso. Todos lo están en muchos momentos. Sí, estoy nervioso ¿y qué?
7) Nuestro organismo necesita cansarse, moverse, trabajar para después sentir la buena sensación del descanso. Practica algún deporte, corre, haz algún ejercicio físico…tu cuerpo es una máquina que quiere moverse
8) Aliméntate de manera sana. Pocas grasas, pocas cosas artificiales… mucha verdura y pescado fresco (Y si tomas queso, que sea de La Mancha, ja ja, ja es el mejor del mundo)
9) Tienes que buscar un rato, una hora o dos, todos los días, donde no entre nada ni nadie. Es un tiempo para ti, para hacer lo que te dé la gana ). Lee, sal a pasear, respira aire puro, túmbate y escucha música, lo que te plazca. Es tu tiempo y nadie te lo puede quitar (No lo permitas)
10) No te obsesiones por el futuro ni por el pasado (no existen ninguno de los dos) Vive el presente, cada instante, con pasión, con amor, con agradecimiento.. siendo consciente de ello.
11) Ama a Dios y déjate amar por El. Cada instante que vives es un regalo suyo que nos has ganado tú, ni puedes pagar con dinero, es una gracia. Por eso no descuides dedicarle un momento a El, aunque sea pequeño, para decirle: ¡Gracias! ¡Te quiero!

¿Ves, Mario, cuántas cosas se pueden hacer para estar más sereno y evitar que las cosas y trabajos de la vida te agobien?
Prométeme que las vas a tomar en serio, al menos durante una temporada para que veas su efecto relajante.

Aquí me tienes siempre dispuesto, en guardia permanente, para cuando me necesites; un waspap, una llamada, un email y verás qué pronto te respondo, porque eres importante para mí.
Cuídate mucho, campeón, y sé muy feliz, que es lo que te mereces. Un abrazo grande.