El cáncer y la felicidad

El cáncer es una de esas enfermedades que nos rodea a todos, cada día más; la hemos sentido tan cerca que nos sentimos, en cierta manera, acosados por ella. Todos tenemos algún familiar o algún amigo que la ha padecido o la está padeciendo. Por suerte, cada día más, la investigación y la ciencia, le están ganando mucho terreno a esta enfermedad, hasta hace poco incurable. Y no solamente la ciencia, también la actitud de lucha ante ella en los propios pacientes se está revelando como un arma muy eficaz contra ella. Mirar de frente a la enfermedad, con esperanza y deseos de vivir, se ha demostrado ya muy eficaz contra ella. Estoy seguro de que, en poco tiempo, va a ser una enfermedad derrotada. La constante y profunda investigación, que sobre ella se realiza en nuestros días, encontrará el medio más eficaz contra ella; tal vez incluso con una vacuna preventiva. Lo cierto es que esta enfermedad está muy asociada a otras enfermedades víricas o infecciosas. El modo de vida en el que nos movemos nos está denunciando de mil maneras. Estamos inmersos en espacios de contaminación creciente que nos asustan. La comida es cada día más artificial y elaborada. Necesitamos buscar modos de vivir más acordes con la naturaleza, con la alegría de vivir, con la esperanza, con la paz interior. Se me ocurre que necesitamos reconciliarnos con nosotros mismos, con los seres humanos, nuestros hermanos, con la casa común que es la naturaleza y con Dios, el sumo bien y origen de toda bondad y misericordia. En definitiva, encontrar una serenidad interior que nos lleve a disfrutar de la vida a la que hemos sido convocados sin tensiones estresantes, sin miedos absurdos, sin culpabilidades corrosivas... La vida es un regalo que tenemos que disfrutar de manera sana y natural para evitar que lo insano y artificial nos vaya conquistando paulatinamente hasta someternos al peaje de la infelicidad.Nada más lejos del querer de Dios. Hemos sido creados y estamos enviados a ser felices. Ésta es nuestra vocación irrenunciable.
Volver arriba