El Papa instituye el 'Domingo de la Palabra de Dios' “La Biblia no puede ser sólo patrimonio de algunos, y mucho menos una colección de libros para unos pocos privilegiados"

Francisco besa los evangelios
Francisco besa los evangelios

El tercer domingo del tiempo ordinario, coincidiendo con el Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos

“A menudo se dan tendencias que intentan monopolizar el texto sagrado relegándolo a ciertos círculos o grupos escogidos. No puede ser así”

"No se trata de una mera coincidencia temporal: celebrar el Domingo de la Palabra de Dios expresa un valor ecuménico, porque la Sagrada Escritura indica a los que se ponen en actitud de escucha el camino a seguir para llegar a una auténtica y sólida unidad”

“La Biblia no puede ser sólo patrimonio de algunos, y mucho menos una colección de libros para unos pocos privilegiados”. Con esta tesis, el Papa Francisco acaba de instituir el 'Domingo de la Palabra de Dios', que se celebrará el III domingo del Tiempo Ordinario, justo después de Navidad y durante la celebración del Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos.

Unas casualidades que no son tales, como afirma Bergoglio en su carta apostólica en forma de Motu Proprio 'Aperuit Illis' ('Se abrió a ellos', tomado del Evangelio de Lucas), por la que instituye esta nueva festividad.

“Establezco que el III Domingo del Tiempo Ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios”, escribe el Papa, quien insta a “fortalecer los lazos con los judíos y a rezar por la unidad de los cristianos. No se trata de una mera coincidencia temporal: celebrar el Domingo de la Palabra de Dios expresa un valor ecuménico, porque la Sagrada Escritura indica a los que se ponen en actitud de escucha el camino a seguir para llegar a una auténtica y sólida unidad”. 

Septiembre, mes de la Biblia
Septiembre, mes de la Biblia

Múltiples colores

En un breve escrito, el Pontífice explica cómo “tras la conclusión del Jubileo extraordinario de la misericordia, pedí que se pensara en un domingo completamente dedicado a la Palabra de Dios”. ¿Por qué? “Porque la palabra del Señor presenta muy diversos aspectos, según la diversa capacidad de los que la estudian. El Señor pintó con multiplicidad de colores su palabra, para que todo el que la estudie pueda ver en ella lo que más le plazca”.

El objetivo, subraya Francisco, es que “en toda la Iglesia se pueda celebrar con un mismo propósito el Domingo de la Palabra de Dios”, para que la Sagrada Escritura se haga “cada vez más accesible a los creyentes”.

La Palabra nos une

“Es fundamental que no falte ningún esfuerzo para que algunos fieles se preparen con una formación adecuada a ser verdaderos anunciadores de la Palabra”, reclama el Papa, que también pide lo propio para obispos y sacerdotes.

Y es que, subraya, “la Biblia no puede ser sólo patrimonio de algunos, y mucho menos una colección de libros para unos pocos privilegiados. Pertenece, en primer lugar, al pueblo convocado para escucharla y reconocerse en esa Palabra”.

'La Biblia. Libro del Pueblo de Dios'
'La Biblia. Libro del Pueblo de Dios' Verbo Divino

“A menudo se dan tendencias que intentan monopolizar el texto sagrado relegándolo a ciertos círculos o grupos escogidos. No puede ser así”, sostiene Bergoglio, quien explica que

“la Biblia es el libro del pueblo del Señor que al escucharlo pasa de la dispersión y la división a la unidad. La Palabra de Dios une a los creyentes y los convierte en un solo pueblo”. 

La Biblia, el libro del Pueblo

“En esta unidad, generada con la escucha, los Pastores son los primeros que tienen la gran responsabilidad de explicar y permitir que todos entiendan la Sagrada Escritura. Puesto que es el libro del pueblo, los que tienen la vocación de ser ministros de la Palabra deben sentir con fuerza la necesidad de hacerla accesible a su comunidad”, apunta el Papa. 

Especialmente en la homilía, para la que Francisco pide “dedicar el tiempo apropiado” para prepararlas. “No se puede improvisar el comentario de las lecturas sagradas. A los predicadores se nos pide más bien el esfuerzo de no alargarnos desmedidamente con homilías pedantes o temas extraños”.

Del mismo modo, el Papa reivindica “el inseparable vínculo entre la Sagrada Escritura y la Eucaristía”. Porque “la Sagrada Escritura y los Sacramentos no se pueden separar. Cuando los Sacramentos son introducidos e iluminados por la Palabra, se manifiestan más claramente como la meta de un camino en el que Cristo mismo abre la mente y el corazón al reconocimiento de su acción salvadora”.

Salvación integral de la persona

“La Biblia no es una colección de libros de historia, ni de crónicas, sino que está totalmente dirigida a la salvación integral de la persona”, recuerda el Pontífice, quien insiste en que “el innegable fundamento histórico de los libros contenidos en el texto sagrado no debe hacernos olvidar esta finalidad primordial: nuestra salvación”.

El Papa y los Evangelios

Finalmente, el Papa subraya que “la dulzura de la Palabra de Dios nos impulsa a compartirla con quienes encontramos en nuestra vida para manifestar la certeza de la esperanza que contiene”, pare frenar “la amargura que se percibe frecuentemente cuando comprobamos cuán difícil es para nosotros vivirla de manera coherente, o cuando experimentamos su rechazo porque no se considera válida para dar sentido a la vida”.

“Por tanto, es necesario no acostumbrarse nunca a la Palabra de Dios, sino nutrirse de ella para descubrir y vivir en profundidad nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos”, resalta el Pontífice, quien apunta que “la Palabra de Dios nos señala constantemente el amor misericordioso del Padre que pide a sus hijos que vivan en la caridad”.

“La Palabra de Dios es capaz de abrir nuestros ojos para permitirnos salir del individualismo que conduce a la asfixia y la esterilidad, a la vez que nos manifiesta el camino del compartir y de la solidaridad”, finaliza.

“Ningún pobre es bienaventurado porque es pobre; lo será si, como María, cree en el cumplimiento de la Palabra de Dios”.

Aperuit Illis by Religión Digital on Scribd

Volver arriba