Unos 2.300 religiosos y religiosas cuelgan los hábitos cada año José Rodríguez Carballo admite la "hemorragia" de vocaciones a la vida religiosa

(Jesús Bastante/Agencias).- El Papa Francisco ha hablado de "hemorragia", y lo cierto es que lo parece. Cada año, unos 2.300 religiosos y religiosas cuelgan los hábitos, según ha reconocido en una entrevista con Radio Vaticano José Rodríguez Carballo, secretario de la Congregación de los Institutos de Vida Religiosa.

"Si el Papa habla de 'hemorragia' quiere decir que el problema es preocupante, no solo por el número sino también por la edad en la que se verifican, la mayor parte entre los 30 y 50 años", constata el franciscano español, quien apunta que las cifras en los últios años se mantienen constantes.

Así, "entre 2015 y 2016 hemos tenido alrededor de 2.300 abandonos al año, incluidos los 271 decretos de dimisión del instituto, las 518 dispensas del celibato que concede la Congregación para el Clero, los 141 sacerdotes religiosos incardinados 'pure et simpliciter' en diferentes diócesis y las 332 dispensas de los votos entre las contemplativas", añade Rodríguez Carballo.

Pese a que muchos dejaron la vocación religiosa para casarse, lo cierto es que, admitió el secretario de la CIVCSA, la causa de abandono más frecuente tiene que ver con cuestiones espirituales, o con la pérdida de fe.

El Papa se refirió a dicha "hemorragia" el pasado sábado, advirtiendo que la pérdida de miembros "está debilitando a la Iglesia". Durante la pasada Plenaria de los Institutos de Vida Religiosa se constató que el mayor número de abandonos se da entre las religiosas.

Según los datos del último Anuario Pontificio (con datos de 2014), el número de las religiosas era de 682.729 mientras que en 2000 llegaban a las 800.000.

Carballo indicó que en estos días se ha analizado el motivo de estos abandonos y explicó que "vivimos en el tiempo del 'zapping' en el que no asumimos compromisos a largo plazo".

"En un mundo donde todo es fácil no hay sitio para el sacrificio, ni para la renuncia, ni para otros valores. Por lo que elegir la vocación es ir contracorriente", señaló.

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