"Una empresa que se queda 'sin mandos intermedios', se lo piensa" Tomás Muro: "No hay seminaristas y Guipúzcoa ha perdido 600 curas en 40 años"

Seminaristas
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"La escasez de seminaristas y de curas es evidente. El asunto tiene mucha trastienda. La primera cuestión es: ¿Por qué no hay seminaristas?"

"Una empresa que se queda 'sin mandos intermedios', se lo piensa. Me da la impresión de que en la Iglesia se piensa poco en este sentido"

"¿No deberíamos caminar en una evangelización humilde, creativa, ya no con red barredera sino con anzuelo?"

"Seamos humildes y no nos angustiemos, ni caigamos en un voluntarismo ultramontano No somos más, no podemos más: esta es nuestra debilidad, nuestra fe, nuestro testimonio"

  1. Día del Seminario.

         En nuestras diócesis vascas celebramos hoy el día del seminario. En San Sebastián durante el pasado curso (2017-2018) había 12 seminaristas, que extrañamente residían y residen y estudian en el seminario de Pamplona.

 La escasez de seminaristas y de curas es evidente. El asunto tiene mucha trastienda. La primera cuestión es: ¿Por qué no hay seminaristas?

Guipúzcoa ha perdido 600 curas en 40 años. En 1970 nuestra diócesis contaba con 840 sacerdotes diocesanos. Hoy apenas pasamos de 225 y con una media de edad de más de 74 años. (Dada la estadística, nuestra Diócesis contará con menos de 100 sacerdotes en edad de trabajo (75 años) a no ser que la importación de sacerdotes de otras latitudes, aumenten los números.

Tal y como están las cosas: la profunda descristianización, el laicismo, además de la línea ideológica que ha tomado nuestra (y otras) diócesis, previsiblemente no aumentará el número de seminaristas en un futuro inmediato, por lo que, para las próximas décadas, se presenta un vacío enorme de seminaristas y de sacerdotes.

Una empresa que “se queda sin mandos intermedios”, se lo piensa. Me da la impresión de que en la Iglesia se piensa poco en este sentido. Quiera Dios que Francisco abra caminos y cauces a los ministerios en la vida eclesial.

Iglesia sin vocaciones

¿Qué nos dice la caja negra del hundimiento?

Seguramente no hay seminaristas, ni curas porque no hay cristianos. En nuestra diócesis se bautizan menos del 50% de los que nacen. Los matrimonios canónicos han bajado muchísimo. En los años 1990’ se confirmaban en Guipúzcoa alrededor de 3000 chicos al año, hoy escasamente llega a confirmarse algún centenar también por año; cada vez son más los que mueren sin sacramentos y va aumentando el número de quienes no tienen -no desean- un funeral cristiano.

Si no hay cristianos haríamos bien en preguntarnos ¿por qué?, ¿qué ha pasado en esta Europa nuestra en los últimos 150 años, y qué ha pasado en la Iglesia y en nuestro pueblo? Cabe también reconocer con amplia libertad y serenidad que estamos en situación de descristianización, de increencia, de nihilismo y vacío. Una primera conclusión es que, si no hay curas es porque no hay creyentes Sin embargo la pastoral sigue funcionando como “si, sí”, “aquí no pasa nada”.

Más simple y malintencionada es la versión que dan algunos obispos y curas: “fue el concilio Vaticano II y los curas que siguieron aquel espíritu” los que dinamitaron la iglesia”. Por otra parte, habríamos de reconocer que el régimen de cristiandad hace tiempo que concluyó. Hace décadas que no es cierta la España católica, así como tampoco es cierto el euskaldun fededun

¿No deberíamos caminar en una evangelización humilde, creativa, ya no con red barredera sino con anzuelo? Porque no estamos ya en tiempos de redes de cristiandad masiva, estamos en un momento de una pastoral personal: de Nicodemo, la samaritana, Zaqueo, etc. y no en tiempos de masas y grandes concentraciones. Por otra parte volver a recorrer los caminos bíblicos, históricos, teológico-pastorales y pensar en una diversidad y amplitud del ministerio, abriría puertas y caminos para comprender lo que es el servicio eclesial

Iglesia vacía

En el NT, en los primeros siglos de la vida iglesia, la ministerialidad fue mucho más amplia y se vivió con otra concepción del ministerio, otros estilos y otras tareas. El ministerio es más sencillo y servicial que la clericalización que proviene de la época constantiniana (siglo IV) o del modelo sacerdotal tridentino. Son posibles y deseables otros tipos de ministerios ¿No habrá que pensar, y potenciar después otras formas y modelos de ministerios en la Iglesia?

En el NT, era imposible – impensable una “crisis de vocaciones” en la vida de las comunidades cristianas, porque “alguien” era designado o se ofrecía para atender las necesidades de la asamblea eclesial. ¿No es pensable hoy ese modo de proceder? Cada comunidad debía “abastecerse” de las personas que pudieran atender las necesidades de tal comunidad: predicación, enfermos, Eucaristía y sacramentos, etc.

El sínodo de la Amazonía celebrado hace un par de meses intentó, está intentando abrir cauces y caminos hacia una ministerialidad más abierta: ordenar como sacerdotes a hombres honrados. Hace unos cuatro o cinco años el papa Francisco creo una comisión que estudiara la cuestión de las mujeres diaconisas en la historia. (Si bien son pasos y apuntes a los que se opone el sector ultra del episcopado, del clero y del laicado).

  1. No perdamos la calma.

No perdáis la calma nos dice también hoy Jesús. Confiad. Hay una virtud que se llama humildad. Si fuimos potentes, una cristiandad por todo el mundo, hoy nos podemos aplicar lo que decía el profeta Daniel

En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocaustos, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias para alcanzar misericordia. Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde. (Dn 3,37-39)

Seamos humildes y no nos angustiemos, ni caigamos en un voluntarismo ultramontano No somos más, no podemos más: esta es nuestra debilidad, nuestra fe, nuestro testimonio. Ser anciano no es ningún delito ni fuente de culpabilidad; ser pobre, tampoco; ser sencillo, menos; ser pocos tampoco es malo. Estamos en el centro del evangelio, no perdamos la calma.

Confiemos.

Tempestad calmada

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