Antonio Gil de Zúñiga, en Sal Terrae Tenían un solo corazón: la fraternidad cristiana

Tenían un solo corazón: la fraternidad cristiana
Tenían un solo corazón: la fraternidad cristiana

La fraternidad, sin embargo, es posible; el encuentro con el otro no solo es posible, sino necesario para la pervivencia del ser  humano y la “forma suprema del encuentro”

'Tenían un solo corazón-la fraternidad cristiana'

El panorama no puede ser más halagüeño para esta vida y para la otra. Reconfortante, alfarero –creador-, satisfactorio y hasta esperanzador. Humano y cristiano a la vez.  Y este panorama es el que se nos presenta en el libro “Tenían un solo corazón- La fraternidad cristiana, editado por “Sal Terrae”, en su colección “El pozo de Siquén”, con el número 403  y sus 224 páginas.

El contenido se nos explica  con fiabilidad en su contraportada, de esta manera:

“La fraternidad humana, en general, y la fraternidad cristiana  en particular  pueden parecer una utopía irrealizable, teniendo en cuenta ls tendencias  de nuestro mundo globalizado, donde predomina la cultura del “descarte”, como advierte el papa Francisco , o la aporofobia, el odio al pobre , o las formas belicosas de relacionarse los hombres, y mujeres y las sociedades. La fraternidad, sin embargo, es posible; el encuentro con el otro no solo es posible, sino necesario para la pervivencia del ser  humano y la “forma suprema del encuentro”…En la Iglesia  la fraternidad adquiere  una fuerza extraordinaria. Así lo entendió de manera admirable  la comunidad primitiva de Jerusalén: tenían un solo corazón y una sola alma, no había indigentes entre ellos, pues todo lo tenían en común.”

En este libro se ofrecen  las herramientas indispensables  para conseguir la  fraternidad cristiana  y, por ende, la humana. Esta es una forma de hacer camino, pero no en solitario, sino de la mano del hermano, con la mirada puesta en el Otro”.

Como reza y demanda el título, el libro está  escrito en fratría. Y con un solo corazón. Su autor principal es  Antonio Gil de Zúñiga, extremeño por más señas,  y a la vez, autor de otros títulos como “Ética  y fenomenología  religiosa en la poética de Blas de Otero”, o  “Palabras para este tiempo”.  En la página 15 de nuestro libro  refiere y agradece Antonio  “la colaboración de tres mujeres con vivencias de fraternidad, hoy más que nunca en nuestra sociedad secularizada llamativas, y a  la vez, esperanzadoras: me atrevería a considerarlas utópicas. Sor María  Neja Grijalba  -“Testigos  de fraternidad: el cenobio”, y sor Inmaculada  Costa –“La oración, camino de fraternidad”, ambas monjas cistercienses  del monasterio de Buenafuente del Sistal (Guadalajara), y Ana Belén Núñez, laica consagrada y comprometida con menores  y jóvenes en riesgo de exclusión social  en Onda (Castellón),  en el capítulo de “Testigos de fraternidad: la vida consagrada”.

Se trata de un libro bueno y de  actualidad. De entre las razones que avalan  la aseveración que algunos  puedan calificar de manida, falta de originalidad y sobrada de  lindezas al uso, me comprometo a destacar que es  espiritual y material a la vez,  que se fraguó e hizo –creó- en familia,  que cultiva el silencio,  la austeridad y el amor  a la naturaleza, que convive y ayuda a convivir con la misma y con ella, que enseña a orar y a trabajar,  que el cielo y la tierra  se ven , se contemplan y son objetos y sujetos de constante oración, que se está y se vive rodeados de pájaros  y de árboles, que se oye y se siente llover, que el frío –la nieve- y el calor se hacen presentes también y cuando corresponde,  que como fórmula de vida, ayuda a la solución de lo que se ha dado en llamar “La España vaciada” y “falta de contemplativos y contemplativas…

El río Tajo, uno de los padres ríos ibéricos más padres, nace y crece en sus cercanías, limpio, puro, transparente y sin contaminar,  pero con aspiraciones irrefrenables de fecundidad, de regadíos, literatura  y vocación de unión-unción de comarcas, pueblos  y aún países, recibirá con gozo y será portador-mensajero de bandadas de besos  que transportará con diligencia y amor a Aranjuez, Toledo, Talavera de la Reina,  Navalmoral de la Mata,  Campo del Arañuelo, Parque Natural del Monfragüe, Alcántara y,  a punto y en condiciones ya, de convertirse en todo un océano global y globalizado, a Lisboa….

Buenafuente del Sistal

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