Alabad al Señor con alegría

Chandos Anthem 1, Handel

¡Feliz martes! Pocas frases encierran tanta profundidad como estas en la que se nos pide que confesemos que el Señor es el único digno de alabanza pero que también lo hagamos con alegría, ya que la alegría tiene que ser el motor de cualquier cristiano. Todo esto está recogido de la forma más maravillosa en la composición que te ofrezco hoy, salida de las manos de uno de los más grandes compositores de la historia.

George Frideric Handel

Se trata de George Frideric Handel (1685-1759), compositor británico de nacimiento alemán en Halle. Su padre no estaba muy de acuerdo con el talento musical que mostraba el pequeño, por lo que tenía que ensayar casi clandestinamente. Comenzó estudiando con Zachow y en 1702 trabajó para la Domkirche de Halle. No era una ocupación que le llenase por lo que se marchó a Hamburgo, aunque tampoco se encontraba cómodo. Ello le llevó a que en 1706 viajase por Italia, que le sirvió para renovar su concepto de la ópera. De vuelta a Alemania, estuvo al servicio de los gobernantes de Hannover, que tenían también gobiernos en Inglaterra. En efecto, el Elector de Hannover terminó siendo el rey Jorge I de Inglaterra, por lo que Handel tuvo oportunidad de que los británicas se rindiesen a sus pies tras estrenar su ópera «Rinaldo». Allí sí se sintió el maestro cómodo y terminó por quedarse con los ingleses. Además de las óperas en italiano, también empezó a componer otras en inglés, así como oratorios y otras composiciones que han hecho de Handel uno de los compositores más reconocidos de todos los tiempos. Se dice que Beethoven, tras reconocer al sajón como uno de los grandes dijo: «Me quitará el sombrero y me arrodillaría ante su tumba».

Handel nos va a hacer disfrutar con O be joyful in the Lord, HWV 246. Es conocido como Chandos Jubilate. Pertenece a una colección de once himnos que compuso cuando era compositor en residencia de James Brydges, quien sería duque de Chandos. El texto es el del salmo 100 y la época de composición está entre 1717 y 1718. La textura es bastante ligera puesto que Handel omite algunos instrumentos de tesitura media. Sin embargo, la duración sí es generosa y llega casi a los veinte minutos. La música no es original en el sentido de que es una reutilización de música contenida en su famoso «Te Deum de Utrech y Jubilate». Esta grandiosa obra está dividida en siete partes y comienza con una sonata instrumental en forma de obertura francesa. Se suceden luego movimientos para solistas y coro hasta que el broche final lo pone un glorioso amén. Un verdadero aire fresco para empezar esta semana.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de The Sixteen dirigidos por Harry Christophers.

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