¡Feliz sábado! El maestro de hoy nos tiene acostumbrados a obras grandiosas ya que su arte a la polifonía era grandísimo. De nuevo, vamos a disfrutar de una composición de las que nos van a dejar huella y nos maravillará como nos tiene acostumbrados.

Nos acompaña hoy John Sheppard (h. 1515-1558), compositor ingles del que no se conoce su lugar de nacimiento. Está considerado como el compositor más importante de su generación. A pesar de ello, conocemos poquísimo de su biografía. Él mismo dice que en 1534 ya estaba componiendo música, alguna para el rey Eduardo; en esa época empezó a trabajar como maestro de los niños del coro del Magdalen College de Oxford. Allí estuvo hasta 1547 y luego se marchó de Oxford para unirse a la capilla real, y ahí se quedó hasta su fallecimiento. En Oxford había conseguido un doctorado en música que parece que nunca llegó a recibir. También se cuenta que tuvo una esposa que se llamaba Jane Sheppard, de la que se conoce su lugar de enterramiento.

Disfrutemos de su motete Gaude, gaude, gaude Maria. Está considerada como una de las grandiosas obras de los tiempos finales del rito sarum. Está compuesta para seis voces moviéndose a lo largo de un gran rango, hasta tres octavas. Es una composición para la fiesta de la Candelaria y la extensión de la obra es la requerida por su carácter litúrgico. Está elaborada alrededor de un canto llano que suena en una de las voces graves, mientras que las obras discurren en movimientos imitativos que crean una gran tensión armónica. En algunos momentos las voces se dividen y crean una sensación etérea, algo propio de la polifonía de esta época, especialmente de la de los grandes maestros como Sheppard.

La interpretación es del Coro del St John's College de Cambridge.