Alégrate, Virgen gloriosa

Gaude Gloriosa, Palestrina

¡Feliz sábado! Gloriosa es la Virgen y gloriosa es la polifonía que escucharemos hoy porque nos llega de la mano del más grande polifonista de todos los tiempos, con permiso de Josquin. Sí es ese, el famoso, el primero que nos viene a la mente...

Palestrina

Es Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594), compositor italiano nacido en la localidad que le da nombre: Palestrina. Como laico casado, tenía varias obligaciones familiares (obviamente) además de todos los compromisos laborales. Matriculó a sus hijos Rodolfo y Angelo en el Seminario Romano donde él mismo daba clases de música. Al mismo tiempo, era un miembro ejecutor activo de los edictos del Concilio de Trento. Fue invitado a trabajar nada menos que para el emperador Maximiliano II de Viena y el duque Guillermo Gonzaga de Mantua, pero las rechazó. Sí empezó a trabajar para la Capilla Julia del Vaticano pero eso le trajo una tragedia personal ya que en 1572 murió su hijo Rodolfo, en 1573 su hermano Silla, en 1575 su hijo Angelo y en 1580 su esposa Lucrecia, falleciendo después uno de sus nietos.

Vamos a escuchar su motete Gaude Gloriosa, a cinco voces. La obra fue publicada en su colección Motettorum Quinque Vocibus que apareció en Roma en 1584. En este motete, que es una bella miniatura, el maestro nos demuestra precisamente que lo es, con una polifonía gloriosa y luminosa y un refinado contrapunto. Aparecen disonancias perfectamente elegidas y un tratamiento de la voz meticuloso, como solo él sabía hacerlo. La obra tiene un optimismo especial, igual que el del texto, ya que se alude a la Virgen como aquella que supera toda belleza. Hay que escucharlo varias veces para apreciarlo como se debe.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Chanticleer.

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